La Hermandad Musulmana parece aplicar en Egipto las mismas tácticas contra la prensa que usaba el régimen de Hosni Mubarak (1981-2011), ejerciendo un fuerte control sobre los medios estatales de comunicación e intimidando a los periodistas independientes.
Egipto se encuentra en plena transición de un régimen autoritario a un gobierno civil y democrático, como dijo la jefa de Asuntos Exteriores de la UE, Catherine Ashton, en su reciente visita al país. No es tarea fácil, hay muchas cosas que se han ocultado y muchos hábitos difíciles de erradicar.
El CAIRO, (IPS) - Los candidatos de las primeras elecciones presidenciales en Egipto desde el derrocamiento de Hosni Mubarak en febrero de 2011 aspiran a ocupar un cargo cuyas potestades aún no están claras. La Comisión Suprema Electoral confirmó este lunes que habrá una segunda ronda en junio entre el candidato de la Hermandad Musulmana, Mohammad Mursi, y el último primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq. El primero obtuvo el 24,8 por ciento de los votos, frente al 23,7 por ciento del segundo.
Más de 50 millones de egipcios eligen entre 12 candidatos, islamistas, laicos, de izquierda o liberales, partidarios de la revolución y antiguos colaboradores del régimen anterior al sucesor de Hosni Mubarak. Este miércoles la asistencia ha sido numerosa tanto que los colegios se han cerrado una hora más tarde de lo previsto. No ha habido incidentes graves, el mayor número de denuncias ha sido porque algunos candidatos han seguido haciendo campaña.
Se cumple un año de la tan alabada «Primavera Árabe», que entre otras cosas sirvió para tranquilizar muchas conciencias occidentales. Entre premios y promesas de ayuda ha pasado el tiempo y los que se movilizaron en las plazas no ven mejoras, en algunos casos solo un cierto maquillaje para que parezca que hay reformas donde todo sigue igual.
El jefe de la junta militar que gobierna Egipto, se ha reunido con los dos candidatos principales a la presidencia para estudiar la situación. El proceso electoral debería comenzar este lunes pero en la plaza Tahrir los manifestantes quieren que primero los militares abandonen el poder. Desde la Unión Europea la jefa de la diplomacia, Catherine Ashton, insta a que paren los juicios militares a los civiles y a que se acelere la transición a un gobierno civil.