Hace 70 años, cuando se fundó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), todos sus miembros reafirmaron su fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la persona humana, así como en los derechos de hombres y mujeres y de los países grandes y pequeños.
Imagine un orfanato de 300 niños abandonados por haber sido fruto de violaciones sexuales. Ahora imagine una aldea donde solo en el último año fueron violados 11 bebés de entre seis meses y un año y 59 infantes de entre uno y tres años.
La historia de la violencia sexual en los conflictos es tan antigua como la guerra misma. No distingue fronteras, condición étnica, religión ni edad.