«La reforma laboral me va a costar una huelga general», comentaba Mariano Rajoy al presidente finlandés Jyrki Katainen en los momentos previos a la reunión del Consejo Europeo, allá por finales de enero. Sus palabras se han visto refrendadas dos meses después, concretamente el 29 de Marzo de 2012, en la huelga general convocada por los sindicatos españoles. Las consecuencias están por ver.