Los acontecimientos políticos en Italia han hecho que todas las miradas se vuelvan hacia España y la posibilidad de que pida el tan traído y llevado rescate. Esta semana tienen lugar dos importantes reuniones, la de los ministros de finanzas del eurogrupo este miércoles y del Consejo Europeo los dos días siguientes. Estaba previsto dar un empujón considerable a la construcción de la Unión Económica Europea, allí se verá si ha quedado tocada con la dimisión de Mario Monti y la sombra de Berlusconi sobrevolando.
Para la CE no hay más que seguir con las reformas estructurales. En un artículo de opinión que publica este martes en el diario Financial Times el comisario de economía Ollie Rehn, incide sobre la recomendación tan repetida desde que se conoció la renuncia del primer ministro italiano, Mario Monti, «En pocas palabras, necesitamos seguir en este curso y buscar reformas decisivas entre nuestros Estados miembro y una integración más profunda en la zona euro» (...) «Las reformas estructurales de largo alcance están ayudando a equilibrar nuevamente la economía de la zona euro. Los avances son tangibles».
Donde más impacto han tenido los acontecimientos italianos ha sido en España. La sensible situación de la economía hace que cualquier ligero temblor repercuta sobre las posibilidades de financiación. La pregunta sobre el posible rescate vuelve a estar en la prensa y en todos los corrillos.
Es como un déjà vu, hace apenas dos meses se daba por seguro que Madrid pediría el rescate. El BCE consiguió apaciguar a los mercados con mensajes tranquilizadores en vista de que Alemania no se mostraba muy partidaria, tenía unas elecciones regionales a la vista y Angela Merkel debía celebrar una conferencia en su partido. Ahora, ha sido reelegida cabeza del CDU por una apabullante mayoría del 97,4 %, las circunstancias han cambiado en varios frentes y podría ser el momento.
Para España también las circunstancias son diferentes, el año próximo necesita refinanciar unos 207.000 millones de euros, y había comenzado a hacerlo con una prima de riesgo más cómoda. Eso ha dado la vuelta. Con la prima de riesgo por encima de 400 puntos es insostenible.
Así que Mariano Rajoy podría decidirse, solo tiene que desdecirse un poco más. Hace nada que ha dicho que no lo pediría en 2012. El terreno se viene preparando desde hace algún tiempo. Dos condiciones serían primordiales: congelar las pensiones y acelerar la puesta en marcha del retraso de la edad de jubilación.
El ministro español de economía Luis de Guindos, ve el efecto contagio «Cuando surgen dudas sobre la estabilidad política de un país tan cercano, como Italia, se provoca inmediatamente un contagio». El periódico El País tenía claro este lunes en un editorial que España debe pedir, sin esperar más, la ayuda financiera de Europa.
Aunque todavía podría caber un movimiento, o mejor dicho, un no movimiento siguiendo la manera de (no) actuar del presidente español. España podría no hacer nada, dejar que el tiempo transcurra hasta las elecciones italianas en febrero. La situación en la eurozona se habrá hecho tan axfixiante entonces incluso para Alemania, que con un poco de suerte le podrían dar el rescate a España sin pedirlo y prácticamente sin condiciones.