Alemania comunica que son 10 las muertes por el brote epidémico de una variante peligrosa de la bacteria «E. coli Enterohemorrágica».
Los expertos continúan sin determinar con seguridad el origen de la infección. Se han detectado algunos casos en Suecia, Dinamarca y Países Bajos, pero siempre de personas procedentes del norte de Alemania. Las autoridades checas creen que partidas de los pepinos supuestamente contaminados podrían haber entrado en su país, así como en Austria, Hungría y Luxemburgo.
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las enfermedades (ECDC), un organismo independiente de la UE, informa de que la enfermedad producida por la E. coli en esta variante especialmente virulenta, se conoce como síndrome urémico hemolítico (SUH). Por lo general suele darse en menores de 5 años, algo que no sucede en este caso en el que el 87% son adultos con una mayoría de mujeres. El SUH afecta a la sangre, los riñones y el sistema nervioso central. En Alemania el número de afectados ha superado en una semana el que se da normalmente en todo un año.
Los alemanes han dejado de comprar verduras y los agricultores han tenido que destruir verduras y hortalizas por valor de unos dos millones de euros al día. La Asociación Federal de productores de Fruta y Verdura ha comenzado a analizar sus productos antes de comercializarlos y a marcarlos con el indicador «Sin EHEC», que es como se denomina en Alemania a la bacteria.
Los supermercados alemanes han retirado las verduras procedentes de España, sobre todo de Almería, de donde se supone que proceden dos de los cuatro pepinos analizados en Alemania, los otros podrían ser holandeses aunque las autoridades alemanas no citan a ese país en sus acusaciones. Desde Almería, donde se producen pepinos orgánicos, aseguran que la contaminación no tiene que ver con la producción y apuntan al almacenamiento, más concretamente al mercado de Hamburgo.