El «Informe Europeo sobre drogas: tendencias y novedades» alerta de la rápida evolución de sustancias que imitan a otros estupefacientes tradicionales y que se venden on-line como «euforizantes» sin conocerse su composición química y poniendo en riesgo la salud de los usuarios.
Según el Observatorio, con sede en Lisboa, en lo que va de 2013 se ha detectado, de media, la aparición de una nueva sustancia sintética cada semana. Son drogas que cambian constantemente, igual que sus proveedores, y aunque la mayoría son mezclas de sustancias basadas en el cannabis, también se han detectado otros grupos químicos «menos conocidos y más oscuros», asegura el informe, de los que apenas se tienen datos farmacológicos y toxicológicos precisos pero de los que se están recabando numerosos incidentes de graves consecuencias para la salud e incluso casos de muerte asociada a su consumo.
La científica y especialista en nuevas drogas del OEDT, Ana Gallegos, asegura que de las 73 nuevas drogas detectadas en 2012 en Europa, un total de 30 se corresponden a productos del cannabis sintético. Su efecto es más potente y suelen mezclarse con sustancias vegetales que permitan su inhalación», agrega la experta española.
Es el caso de la mefedrona, conocida como «miau miau» y vendida libremente en algunos países europeos como fertilizante vegetal hasta 2011. Hoy es una sustancia de moda y su distribución y compra se realiza normalmente por Internet.
Según el OEDT, Internet crea una nueva relación entre el consumo y la oferta de drogas con la proliferación de proveedores minoristas que comercian en línea y cuyo rastreo se complica por la facilidad del anonimato en la red.
El Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías ha contabilizado la muerte de 42 jóvenes asociada al consumo de dos de esas nuevas drogas durante el pasado año en Europa. El estimulante «4-MA», vendido como anfetamina en el mercado de las drogas ilícitas, y el estimulante y alucinógeno «5-IT», también disponible como «euforizante legal», estuvieron relacionados, respectivamente, con la muerte de la mitad de esos jóvenes.
Los peligros de estas sustancias, explica Laurent Laniel, analista científico del Observatorio, son muy serios. «En las grandes ciudades europeas, la paleta que se ofrece a los consumidores es ahora mucho más importante, en particular, en lo que concierne a las drogas estimulantes, que pueden dar lugar a usos problemáticos, dañinos para la salud y para la situación social y familiar de los consumidores, como pasa ahora con los consumidores de heroína», ha explicado el científico.
Europa no está ganando la batalla contra la droga, menos aun con la entrada descontrolada de nuevas sustancias sintéticas y la aparición, el último año, de 73 nuevas sustancias estupefacientes. Los expertos son unánimes: en el actual contexto económico, uno de los principales factores de riesgo para el fracaso de las políticas nacionales de prevención y tratamiento son los recortes en el presupuesto de los servicios de salud e inserción social en Europa.
El cannabis se impone, un año más, a la cocaína y la heroína
En cuanto a las drogas más tradicionales, el Observatorio reitera los patrones de los últimos años, con un alto consumo estable de cannabis frente a la tendencia decreciente de la heroína y la cocaína. El OEDT, además, descarta que pueda haber un rebrote del uso de esas sustancias, «viejos problemas», como los denomina el informe, y que revivan a consecuencia del desempleo juvenil, la crisis económica y los recortes en servicios públicos.
Como novedad, el OEDT alerta de una mayor diversidad de productos procedentes del cannabis, con la proliferación cada vez más importante de variedades de «alta potencia» y productos sintéticos similares. Las incautaciones también revelan una producción más elevada de cannabis en suelo europeo hasta superar la presencia de su resina (hachís) y representar ahora la mitad de las confiscaciones de esa droga.
En cuanto a la heroína, la tendencia sitúa a los consumidores en una población cada vez de mayor edad y se registra una reducción de nuevas infecciones de VIH por el uso de esa droga, a excepción de Grecia y Rumanía.
El consumo de cocaína, que encabezan el Reino Unido y España, continúa a la baja y su oferta se diversifica más en lo que se refiere a rutas de tráfico y puertas de entrada, que registran un aumento en la Europa del norte.
Entre las drogas sintéticas, las ya conocidas, como la anfetamina y el éxtasis son las más consumidas, aunque esta última pierde popularidad. El informe anual de la agencia europea sugiere que esa circunstancia puede deberse a una posible falta de pureza en la sustancia detectada en las muestras existentes en circulación.
España, entre los mayores consumidores de cocaína y cannabis
Según el OEDT, unos tres millones de europeos consumen drogas a diario. España es superada por los británicos en consumo de cocaína y por los daneses y franceses en el de cannabis pero nuestro país sigue siendo la principal entrada de cocaína en Europa.
Según el informe, en España la droga más extendida es el cannabis, cuyo consumo se mantiene estable en general en los países europeos, donde la cocaína continúa a la baja después de haber tocado techo en 2011 tras una década de auge.
Un 27 % de los adultos españoles consumen cannabis alguna vez a lo largo de su vida, sobre todo en forma de hachís, un nivel que, en Europa, superan en tres puntos porcentuales Dinamarca y Francia. En el sector de población más joven, de los 15 a los 34 años, el consumo de esa sustancia se registra en un 17%, nivel casi idéntico al de Francia y Polonia y que significa uno de los más altos de Europa.
En cuanto a la cocaína, ha sido consumida alguna vez por un 9 % de los adultos españoles frente al 10% del Reino Unido. Entre la población más joven, los españoles mantienen porcentajes muy próximos a los ingleses en el consumo de esa sustancia, que se sitúan en torno al 4 %.
El informe europeo confirma que España continúa siendo la mayor puerta de entrada de cocaína de Europa, aunque subraya que hay nuevas vías de acceso en puertos de Bélgica, Países Bajos y otros países de Europa occidental.
En general, se constata, según datos de 2011, una persistente caída de las incautaciones en Europa, que disminuyeron hasta bajar a 62 toneladas ese año, la mitad respecto a las aprehensiones que se registraban cinco años antes, en 2006. La mayor reducción se vivió en España y Portugal, donde se pasó de las 84 toneladas de 2006 a solo 20 toneladas en 2011, mientras que las incautaciones han aumentado en Bélgica y los Países Bajos.
El OEDT considera, sin embargo, que «no está claro» si esos cambios se deben a nuevas tendencias globales del mercado, a la actuación de las fuerzas de seguridad, o a las estrategias del narcotráfico.
Respecto al cannabis, destaca que en aprehensión de hachís -la resina de esa droga-, España encabeza las estadísticas de Europa, con 355 toneladas incautadas. Esta es una cifra significativamente superior al resto de los países comunitarios, los cual es atribuido por el informe, a la proximidad de Marruecos, de donde procede buena parte de esa sustancia.