La comunidad internacional reacciona. Los mandatarios dan un paso al frente para lograr el alto al fuego en la Franja tras casi dos semanas de fuego cruzado, en la que el goteo de víctimas mortales no cesa. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunía de urgencia esta madrugada después de que el domingo se viviera una de las jornadas más violentas de la contienda. La situación en Gaza también será uno de los temas del día del Consejo de Exteriores de Bruselas de mañana.
Eugene Gasana, presidente de turno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, llegaba con el semblante serio a la sala de prensa. Tras tres horas de reunión, la ONU ha aprobado una declaración pidiendo el «cese inmediato de las hostilidades» en la zona. El Consejo de Seguridad, que se reunía a petición de Mahmud Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, ha expresado su «seria preocupación» ante el recrudecimiento de los bombardeos, y ha hecho un llamamiento para que ambas partes respeten las leyes humanitarias internacionales, «incluyendo la protección de los civiles».
Desde Naciones Unidas insisten en la necesidad de que palestinos y hebreos adopten una tregua, «por razones humanitarias». Durante la comparecencia, Gasana ha agradecido a Egipto sus esfuerzos para que Hamás e Israel lleguen a un acuerdo, y ha recordado que cualquier petición para un alto el fuego deberá basarse en los convenios que en noviembre de 2012 permitieron el cese de la violencia en Gaza.
Desde Estados Unidos también mueven ficha. En una conversación telefónica, Barack Obama expresaba al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, su preocupación por el alto número de víctimas que ya se ha cobrado el conflicto. Desde la administración estadounidense reconocen el derecho de Israel a defenderse, pero consideran que «dadas las circunstancias», es necesario lograr un «alto el fuego inmediato». Con ese propósito el secretario de Estado estadounidense, John Kerry ha viajado este lunes de urgencia a Egipto.
Y movimientos también entre los líderes europeos. En una declaración aprobada por el Consejo Europeo el pasado jueves los Estados miembros ya mostraron su preocupación por el alto número de víctimas que se está cobrando la operación Margen Protector en la Franja. Y este fin de semana, el primer ministro británico, David Cameron pedía directamente a Netanyahu el cese inmediato de los bombardeos.
El conflicto entre palestinos e israelíes será además uno de los puntos del día del Consejo de Asuntos Exteriores que se celebra mañana en Bruselas. «La crisis no es un incidente aislado, por lo que la única solución de fondo es una negociación entre las dos partes, que garantice a Israel el derecho a existir en seguridad, y que garantice a Palestina un Estado viable y próspero», ha asegurado José Manuel García-Margallo, ministro de Asuntos Exteriores español, que ya ha confirmado que asistirá mañana a la reunión. Además tiene previsto visitar a continuación Túnez y Egipto.
Más de 500 muertos
Pero ajenos a las peticiones internacionales, los ataques por ambos bandos continúan. Israel anunciaba a primera hora de la mañana que había matado a 15 milicianos palestinos que según la versión del ejército hebreo habían entrado a Israel a través de uno de los túneles que habitualmente utiliza Hamás. Los palestinos por su parte anunciaban de madrugada que habían capturado a un soldado israelí, un hecho que horas después negaba el embajador de Israel para Naciones Unidas.
El domingo se vivía una de las jornadas más sangrientas en la Franja. Ni siquiera en las dos horas de tregua humanitaria adoptada por ambas partes cesaba el fugo cruzado. Más de 120 palestinos fallecían en el ataque al barrio de Shujaiya, en Palestina. Y el ejército israelí registraba 13 bajas en la jornada más mortífera desde la guerra del Líbano en 2006.
Hamás de momento se niega a aceptar ninguna de las propuestas de alto el fuego que llegan desde Egipto. Pone como condición el fin del bloqueo que mantiene Israel sobre Gaza, la reapertura del paso fronterizo de Rafah, al sur de la Franja, y la liberación de prisioneros palestinos. En casi dos semanas de ofensiva al menos 20 israelíes han perdido la vida. Al otro lado de la frontera, los muertos palestinos sobrepasan el medio millar y los bombardeos han provocado más de 3.000 heridos.