En sólo cinco Estados miembros, Letonia, Francia, Países Bajos, Suecia y Finlandia las mujeres pertenecen a una cuarta parte de los Consejos ejecutivos de empresas. Las entidades más importantes que trabajan en suelo europeo cuentan con un 3,3% de representación femenina, un porcentaje que apenas ha aumentado en los últimos años.
Desde 2010, la presencia de más mujeres en puestos de liderazgo no ha dejado de crecer, aunque tímidamente, y la representación femenina aumenta de media un 1,9% cada año. En casi todos los Estados miembros ha crecido el número de mujeres en consejos directivos, las mayores subidas las registraron Francia (+18,1%), Italia (+14,1%), Eslovenia (13.5%), Países Bajos (10,1%) y Reino Unido (9,1%). El informe indica que, precisamente, en los Estados que más se ha producido este crecimiento ha sido en los que existe una legislación que lo regula o donde hay mucho debate entorno al techo de cristal.
La Comisión Europa ha intentado cambiar la situación legislación en mano, aunque siempre ha sido controvertido. La anterior comisaria de Justicia, Viviane Reding es quien más ha luchado por ello en los últimos años, en 2011 hizo un llamamiento a las empresas para que se «autorregularan» e incluyeran a más mujeres en puestos directivos. Un año más tarde, y porque «el progreso no era visible», Bruselas lanzó una campaña para acabar con «el techo de cristal».
De este modo, promovió un sistema de cuotas que consistía en que el 40% de las empresas tuviera representación femenina en puestos de liderazgo hasta 2020. En caso de no cumplirse, debería abrir un proceso de selección que favoreciera al sexo menos representado. La propuesta de Reding asumía que las cualificaciones y méritos de la persona son imprescindibles para encontrar un trabajo, pero que los dos sexos debían ser tratados por igual. A finales de 2013, el Parlamento Europeo votó de forma casi unánime la directiva. Actualmente, está a la espera de ser aprobada por el Consejo de la UE.