Ha ocurrido en el Palacio Nacional de cultura de Sofía, donde el Movimiento por los Derechos y Libertades (DPS), que representa a la mayoría de la etnia turca de Bulgaria y otros musulmanes, celebraba un congreso. Y ha ocurrido todo en cuestión de segundos y ante las cámaras de televisión. Ahmed Dogan ha salvado la vida de milagro porque el arma con la que apuntaban a su sien a menos de un metro falló.
La Policía ha identificado al agresor como Oktay Enimehmedov, un hombre de 25 años residente en la ciudad de Burgas con antecedentes por asalto y robo al que, además de la pistola que usó, se le encontraron dos cuchillos. Llevaba al cuello la acreditación para asistir al acto del partido.
El vicepresidente del movimiento proturco de Bulgaria, Lüfti Mestan, dijo que «no importa quién preparó este atentado, el motivo que está detrás son los comentarios odiosos contra nuestro partido. Gracias a Dios este intento fracasó, pero nos gustaría señalar una vez más que la democracia está amenazada en Turquía. Algunos círculos están intentando demonizar a Dogan y a nuestro partido».
El partido DPS ha sufrido amenazas ultraderechistas y se queja del trato que la sociedad búlgara da a la minoría turca. Sin embargo, el presidente de Bulgaría, Rosen Plevneliev, ha condenado el atentado y ha dicho que «este tipo de actos son inaceptables en un país democrático».