Según la radio del ejército israelí, al menos 16 personas han muerto (entre ellas cuatro soldados). El barco que lideraba la Flotilla de la Libertad, el Mavi Marmara, fue atacado de madrugada a 65 kilómetros de la costa de Gaza mediante un abordaje apoyado por helicópteros. Según el enviado de Al Yazira, que está a bordo del barco, Jamal Elshayval, los militares israelíes utilizaron munición real durante el asalto.
Al parecer la armada israelí contactó con el capitán del Mavi Marmara para instarle a identificarse e informar del rumbo que llevaba el barco. Poco después, dos buques hebreos rodearon a la flotilla compuesta por seis embarcaciones cargadas con 10.000 toneladas de material humanitario, con destino a la Franja de Gaza.
En el Mavi Marmara van los españoles Manuel Tapia y Laura Arau de la ONG, Cultura y paz, y el periodista de Telesur David Segarra, así como dos europarlamentarios alemanes.
Naciones Unidas ha mostrado su «conmoción» por lo sucedido, en un comunicado conjunto del coordinador especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Próximo, Robert Serry, y el comisario general de la agencia de la ONU de ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA), Filippo Grandi. El gobierno español ha emitido un comunicado en el que se califica la actuación de Israel de «completamente desproporcionada» y se pide el fin del bloqueo que pesa sobre el territorio palestino.
También el gobierno francés, entre otros, ha condenado el ataque y ha advertido de que «nada puede justificar el uso de tal violencia». Por su parte la Alta Representante de la UE para la política Exterior, Catherine Ahton, ha mostrado su pesar por lo sucedido y ha recalcado que el bloqueo es «inaceptable y contraproducente» y exige la «apertura inmediata, incondicional y permanente» de las vías de acceso a Gaza para permitir la llegada de ayuda humanitaria, bienes comerciales y personas.