En el ataque, los servidores se han visto rebasados por una enorme cantidad de datos, algo similar, señalan a que muchos ciudadanos «quisieran meter cientos de cartas en un buzón al mismo tiempo». La asociación que reúne a las entidades financieras desconoce de momento la responsabilidad del ataque, que ha obligado a que servicios de internet y de la banca móvil de ING, el mayor banco del país, quedaran inhabilitados y también ha afectado al servicio de pagos en línea de otros bancos, aunque los clientes han podido sacar dinero y pagar uentas a través de los cajeros automáticos.