Ashton ha dicho que gobiernos, empresas y sociedad civil, comparten «el objetivo común de buscar una manera segura de usar libremente el ciberespacio» y ha destacado las oportunidades que internet ofrece a la sociedad. La red representa el 20 por ciento del crecimiento del PIB en los principales países del mundo. Según un estudio de Boston Consulting Group, en algunas economías del G-20 contribuye al 8 por ciento de su PIB.
Para la representante europea, los beneficios de internet van mucho más allá de los resultados económicos, y ha destacado el papel que tiene como catalizador de acontecimientos internacionales. Tomando como ejemplo los países incluidos en el G-20, el numero de internautas se triplicará en los próximos 3 años.
Es, ha dicho, «uno de los agentes más poderosos de cambio y de crecimiento en el mundo». «Todos hemos visto como internet ha impulsado la reforma social y democrática y ha puesto el poder en manos de los ciudadanos». Ashton ha destacado que, en los países más desfavorecidos, internet tiene un gran poder para reducir la educación de los más pobres, porque ayuda a los sistemas de enseñanza en áreas remotas, ofrece información a los empresarios y da poder a las mujeres de esos países. Solo en el mundo árabe -donde hay 43 millones de usuarios. 15 millones de mujeres acceden a Facebook , y cada mes se envían unos 170 millones de tuits conectando a multitud de personas marginadas.
En el congreso sobre ciberseguridad, Catherine Ashton ha hablado de la vulnerabilidad de la red y llamado la atención sobre las precauciones que deben tomarse para que internet no sea utilizada en su propio beneficio por grupos extremistas y sectarios o por dictadores. «Debemos tomar medidas para asegurar que no se convierta en víctima de su propio éxito. Y debemos proteger el ciberespacio de los ataques, intensificando los esfuerzos mundiales para combatir los ciberdelitos, que dañan la seguridad y las economías».
En un reciente eurobarómetro el 29 por ciento de los ciudadanos señalaban que no se fíaban de usar internet para sus operaciones de banca o de compra y el 12 por ciento confesaba que había sido víctima de fraude en línea. Ashton ha hecho un llamamiento para «resistir los intentos de utilizar los problemas de seguridad como excusa para reprimir internet». «La protección de los derechos fundamentales es tan importante en el mundo virtual como en el mundo real. Las libertades de expresión y asociación, deben ser respetadas en el ciberespacio».
Para la responsable de seguridad europea, no es necesario formular nuevos convenios internacionales, se deben aplicar las leyes internacionales que existen actualmente como el Convenio de Ginebra (en el caso de que un conflicto se extienda en el ciberespacio) o el de Budapest (para delitos informáticos). La UE presentará en los próximos meses una estrategia de seguridad cibernética y está financiando la formación de especialistas y al Centro Global para la Seguridad Cibernética.
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