Kiev es un hervidero. Desde que hace varios días se congregaran ininterrumpidamente miles de manifestantes en la céntrica Plaza de la Independencia o Maidán, (ahora rebautizada como Euromaidán), en protesta por la negativa, a finales de noviembre, del ejecutivo de Ucrania a firmar un acuerdo de asociación con la UE. Los manifestantes, que han hecho del Maidán su campamento base, han sufrido la represión policial y de las fuerzas especiales -conocidas como Berkut- durante los últimos días, especialmente por la noche, con la excusa de evacuar la plaza para restablecer el tráfico automovilístico.
La responsable de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, se reunió ayer con el ejecutivo ucraniano, después de hacer una visita a los grupos de manifestantes en la plaza, que la vitorearon y aclamaron como a una «estrella del rock», según testigos oculares, ya que ven en ella a la persona capaz de llevar esta polémica a su fin. Y, de momento parece que ha sido así, ya que Ashton ha afirmado antes de abandonar Ucrania, que el presidente Víktor Yanukóvich, le ha dejado claro que «tiene la intención de firmar el acuerdo de asociación», que hasta ahora había rechazado rubricar, alegando no querer tener que escoger entre alinearse con la UE o mantenerse en la órbita rusa.
En respuesta a la preocupación del presidente ucraniano, de que el país se enfrenta a «dificultades económicas a corto plazo», Ashton ha afirmado que «esos desafíos, que son reales, pueden abordarse no sólo a través del apoyo de las instituciones de la UE, sino también mostrando que tiene un plan económico serio al firmar el acuerdo de asociación», y que la firma del acuerdo «también ayudará a atraer las inversiones que Ucrania necesita».
Por su parte, el primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, ha dicho que el país necesitaría un total de 20.000 millones de euros en concepto de ayudas o inversiones para firmar el acuerdo con la UE. A lo que Ashton ha contestado que no entrará en «pujas».
En respuesta a la situación de represión policial de los manifestantes, Ashton ha afirmado que «la gente de este gran país merece algo mejor», y ha añadido que «principalmente, el mensaje que he comunicado durante estos últimos días es el de la importancia del diálogo y de escuchar lo que la gente demanda».
Por su parte, Yanukóvich ha asegurado a este respecto que se compromete a castigar a los responsables de las brutales represión de las primeras manifestaciones y a liberar a quienes fueron detenidos durante esas jornadas. En palabras de uno de los manifestantes, «es una pura provocación contra una protesta pacífica. Nosotros estamos desarmados, no tenemos ni palos. ¿Se puede actuar así contra la gente de tu propio país?».
El Parlamento Europeo ha dicho hoy que el resultado de la cumbre de la Asociación Oriental celebrada en Vilnius a finales de noviembre, muestra que la UE debe hacer más para apoyar las aspiraciones europeas de los países de las exrepúblicas soviéticas. Los eurodiputados han pedido a la Comisión que envíe una señal política fuerte para demostrar que la puerta de la UE sigue abierta, a pesar del fracaso inicial con Ucrania. Para ello debe utilizar todas sus herramientas, incluidas, el comercio, la ayuda económica, la exención de visado o los proyectos de seguridad energética, mediante una «política más flexible y estratégica».
La Cámara europea ha condenado la presión que ejerce Rusia sobre esos países para disuadirles de firmar los acuerdos con la UE. Incluso aconsejan a Bruselas, que tome contramedidas, como las sanciones económicas, si Rusia rompe las reglas de la OMC.