La Asamblea paneuropea ha celebrado un debate de urgencia bajo el título «El funcionamiento de las instituciones democráticas en Ucrania». Por una amplia mayoría (114 votos a favor, 34 en contra y 13 abstenciones) ha aprobado una resolución en la que se pide que se respete el derecho a la libertad de manifestación y reunión, y califica de «inaceptable» los malos tratos de la policía contra los manifestantes pro-europeos. También se considera que el Parlamento ucraniano «ha contribuido a que la crisis se agrave violentamente» y le pida que asuma responsabilidades por su papel en la crisis y que busque una solución pacífica y negociada.
Durante la sesión se ha solicitado al presidente Viktor Yanukóvich que convoque elecciones y «abra las puertas de la democracia» en nombre de la paz. La liberal estonia, Mailis Reps, redactora del informe presentado a la Asamblea, ha pedido que «se mantengan en Ucrania la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos».
En la resolución final se ha considerado «inaceptable» y «contrario a las normas diplomáticas y democráticas» las amenazas rusas de sanciones económicas o políticas» si Kiev firmaba el acuerdo de asociación con la UE. Según el texto analizado en la sesión la decisión final de Yanukóvich «estuvo fuertemente influenciada por las presiones de Rusia, que amenazó con cerrar las fronteras a las exportaciones ucranianas». Al final se ha retirado una referencia al «chantaje político y económico» tras el tenso debate que mantuvieron los parlamentarios ucranianos y rusos.
El portavoz del Partido Popular Europeo ha propuesto cambiar la Constitución de 2004 que fue, según ha expuesto Pedro Agramunt, «reformada a beneficio de Yanukóvich» y ha pedido la excarcelación de la ex primera ministra ucraniana Yulia Timoshenko.
A las puertas del Consejo de Europa, un centenar de ucranianos se manifestaban con pancartas contra Yanukóvich y mostrando frases proeuropeas. Y en Kiev, las cosas no han mejorado. La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha pedido un «auténtico diálogo» y ha anunciado que la UE no descarta que se impongan sanciones a Ucrania. En su reunión con el presidente del país, Yanukóvich le ha reiterado sus compromisos en la búsqueda de una solución pacífica a la crisis y se ha comprometido a avanzar hacia la integración de la UE.
Ayer la canciller alemana, Angela Merkel, habló por teléfono con Putin y Yanukóvich. Al presidente ruso le pidió que promueva un «diálogo constructivo» y al ucraniano que «busque una salida democrática» a esa situación. La Rada (parlamento) sigue debatiendo una ley de amnistía para los detenidos, pero sin llegar a un consenso por segundo día consecutivo. Mientras los grupos opositores se niegan a abandonar las instituciones que tomaron hace unos días. Ante la parálisis de la situación política, se ha buscado una «solución» deportiva. El presidente del Dínamo de Kiev, el equipo más importante de Ucrania, ha propuesto a manifestantes y antidisturbios jugar un partido amistoso de reconciliación.
La semana pasada se produjeron violentos enfrentamientos entre ambos bandos en las inmediaciones del estadio del Dínamo. Ante la gravedad de la situación las autoridades y los líderes opositores iniciaron un proceso de negociaciones, pero sin conseguir desencallar uno de los objetivos de la oposición, adelantar la convocatoria de elecciones presidenciales y parlamentarias.