La mayor feria madrileña de arte Arco ha abierto sus puertas. En Madrid. Esta vez, la inevitable referencia a la crisis, no hay obras tan caras, es decir este año ninguna supera el millón de euros. Aunque The Beach de Fernando Botero, casi lo roza cuesta 946.000. Se espera que pasen por los pabellones de Arco más de 150.000 visitantes que si no comprar, al menos, si pueden disfrutar viendo el mejor arte, que han traído las 218 galerías de 25 países que ofrecen obra de 3.000 artistas.
Se puede encontrar desde maestros del arte de Vanguardia como Picasso, Miró, Gargallo o Vieira da Silva a estrellas recientes como Damien Hirst, Anish Kapoor o Paul Morrison pasando por creadores de la segunda mitad del siglo XX, como Andy Warhol, Lucio Fontana o Thomas Schütte.
Por primera vez en los 19 años de vida de Arco no se ha invitado a un país, este año la invitación ha sido para la ciudad de Los Ángeles.
Y como no hay arte sin transgresión y polémica, Eugenio Merino las ha servido con una escalera al cielo compuesta por un musulmán, encima de él un sacerdote católico y sobre él un rabino, todos en actitud de rezar. La embajada de Israel ha emitido un mensaje de protesta. Merino hace cada año una composición que levanta algo de escándalo en 2008 fue Fidel Castro como un zombi y en 2009 el artista Damien Hirst a punto de suicidarse para subir su cotización.