En esta edición de Arco se puede encontrar y admirar desde una obra de Francis Bacon «Study from the human body» que vende la galería Marlborough por más de 11 millones de euros o «One Million Dolars» del artista cubano Wilfredo Prieto por un precio que no hay que preguntar, ya lo dice el nombre de la obra, el móvil «Blanc et Noir» de Alexander Calder, que la galería Elvira González valora en más de 800.000 euros o una escultura en alabastro de Chillida por el mismo precio en la galería bilbaína Carreras Múgica.
Pero hay arte para todos, también hay obras accesibles como el Libro de ahoras de la artista castellonense Mar Arza, con una impresión sobre papel de libros viejos que está a la venta en la galería CÁNEM por 235 euros o la obra del camerunés Barthélémy Toguo, que por 235 euros se puede encontrar en la galería Lelong. Según el director de la feria , Carlos Urroz, «El arte contemporáneo es un derecho, no un lujo».
Aunque ARCO también ha sufrido el impacto de la crisis. Se nota sobre todo en la ausencia de stands de algunas instituciones y comunidades autónomas, a cambio hay más artistas y galerías de economías emergentes como Colombia, Turquía o Brasil.