En 2004, el mundo observó durante semanas enteras la agonía de Arafat, primero asediado por tanques israelíes en la sede del gobierno, en Ramalah, y luego trasladado a París, donde pasó sus últimos días sometido a una serie de estudios médicos en un hospital militar. Los análisis realizados en la capital francesa no hallaron ningún rastro obvio de veneno en el organismo de Arafat. Los rumores en torno a qué lo podría haber matado, fueron desde el cáncer hasta la cirrosis, e incluyeron la hipótesis de que estaba infectado con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida.
Una investigación de Al Jazeera, que ha durado nueve meses, revela que Arafat gozaba de buena salud hasta que, repentinamente, se enfermó el 12 de octubre de 2004. Y, lo que es aun más importante, los análisis revelan que las pertenencias personales que usó mientras agonizaba -ropa, cepillo de dientes, incluso su emblemático «kaffiyeh» (tradicional pañuelo blanco y negro)- contenían niveles anormales de polonio, un elemento altamente radiactivo. Esos efectos personales, que fueron analizados en el Instituto de Radiofísica del Centro Hospitalario Universitario de Lausana, Suiza, tenían rastros de sangre, sudor, saliva y orina de Arafat. Los exámenes practicados a esas muestras sugirieron que había un alto nivel de polonio dentro de su cuerpo en el momento de su muerte.
El director del instituto suizo que ha realizado los análisis, Fançois Bochud, dice «puedo confirmarles que medimos una cantidad inexplicablemente elevada de polonio-210, que no se justificaba, en las pertenencias de Arafat que contenían manchas de fluidos biológicos». Tras este hallazgo, Suha Arafat, su viuda, ha pedido a la Autoridad Nacional Palestina que exhume los restos del dirigente palestino, enterrado en Ramalah. Según los médicos, si los análisis revelan que los huesos contienen altos niveles de polonio, será una prueba más concluyente de que fue envenenado..
Polonio injustificado
El Instituto analizó los efectos personales de Arafat, aportados por su viuda a Al Jazeera. Fue la primera vez que los estudió un laboratorio. Los médicos no hallaron ningún rastro de metales pesados comunes o de venenos convencionales, así que centraron su atención en elementos más oscuros, incluido el polonio. Un elemento altamente radiactivo que se usa para, entre otras cosas, dar energía a artefactos espaciales.
Fue descubierto en 1898 por Marie Curie, cuya hija Irene fue una de las primeras personas a las que mató, murió de leucemia varios años después de exponerse accidentalmente al polonio en su laboratorio. Por lo menos dos personas vinculadas al programa nuclear de Israel también fallecieron después de estar expuestas a ese elemento químico, según la limitada literatura que existe sobre este tema. Pero la víctima más famosa del polonio fue Alexander Litvinenko, el disidente espía ruso, que falleció en 2006 en Londres. Una investigación británica concluyó que se envenenó con polonio introducido en su té en un restaurante de comida japonesa.
Existe poco consenso científico sobre los síntomas del envenenamiento con polonio, principalmente porque hay muy pocos casos registrados. Litvinenko padeció una diarrea severa, pérdida de peso y vómitos, los mismos síntomas que presentaba Arafat al inicio de su enfermedad.
Estudios practicados en animales hallaron síntomas similares, que persistieron varias semanas -dependiendo de la dosis- hasta que la víctima falleció. «El principal objetivo de la radiación es el tracto gastrointestinal», señaló un estudio estadounidense en 1991, «activando el 'centro del vómito' en el tronco encefálico». Los científicos de Lausana encontraron una gran cantidad de polonio en las pertenencias de Arafat, que en algunos casos fue 10 veces más alta que la hallada en muestras al azar analizadas para su comparación.
Los resultados del laboratorio se registraron en milibecquereles, una unidad científica empleada para medir la radiactividad. El polonio está presente en la atmósfera, pero los niveles naturales que se acumulan sobre superficies apenas se registran, y el elemento desaparece rápidamente.
El polonio-210, isótopo hallado en los efectos personales del 'rais', tiene una «vida media» de 138 días, lo que significa que la mitad de la sustancia se deteriora aproximadamente cada cuatro meses y medio. Incluso en el caso de un envenenamiento similar al de Litvinenko, en 2012, el Insituto de investigación, esperaba encontrar solo rastros del orden de unos pocos milibecquereles. Pero las pertenencias del líder palestino, particularmente las que contenían fluidos corporales, registraron niveles mucho más altos de ese elemento. Sus cepillos de dientes tenían 54 milibecquereles de polonio, y la mancha de orina en su ropa interior, 180. (La ropa interior de otro hombre que se usó para comparar registró solo 6,7 milibecquereles).
Otros análisis, realizados entre marzo y junio, concluyeron que la mayor parte de ese polonio -entre 60 y 80 por ciento, dependiendo de la muestra- era «injustificado», es decir que no procedía de fuentes naturales.
Sobre el hospital
El estudio de la historia clínica y los efectos personales de Arafat se llevó a cabo en el Centro de Medicina Legal Universitario de Lausana (Suiza) considerado uno de los mejores laboratorios de patologías forenses del mundo. Esa entidad ha realizado investigaciones para la Organización de las Naciones Unidas en Timor Oriental y la Corte Penal Internacional en la ex Yugoslavia, e investigado la muerte de la princesa Diana de Gales, entre otras personalidades.