La Agencia Europea del Medicamento ha autorizado la comercialización del medicamento que, según el laboratorio que lo ha creado, reduce las ganas de beber. La medicación se basa en la toma de una pastilla que el paciente debe tomar los días que entienda que va a correr el riesgo de recaer en la bebida y una o dos horas antes de que fuera a comenzar el consumo.
Según el laboratorio danés Lundbeck, que lo va a fabricar y comercializar, en los ensayos clínicos que se han hecho el medicamento ha reducido en un 60 % el consumo de alcohol tras seis meses de tratamiento. Según la empresa farmacéutica el alcoholismo afecta a más de 14 millones de europeos, de los que solo un 8 % sigue tratamiento.