El acuerdo fija en 109.000 millones de euros el segundo rescate, que incluye nuevos préstamos de la UE, del Fondo Monetario Internacional y una contribución de la banca privada, como quería Alemania, que podría llegar a los 50.000 millones de euros.
Se flexibiliza el fondo de rescate. Se alargan los plazos de los préstamos de la UE a Grecia y se rebajan los tipos de interés.
El Eurogrupo ha destacado las reformas que se han hecho en España e Italia para reducir sus déficits públicos.
Durante ocho horas han estado reunidos en Bruselas los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona para acordar el segundo plan de rescate a Grecia que se ha encontrado en el filo de la navaja. Han partido de la posición a la que habían llegado el día anterior Nicolás Sarkozy y Angela Merkel en un encuentro al que se incorporó el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet.
Los 109.000 millones de euros pactados provendrán de una mayor financiación del fondo de rescate europeo y del FMI, de una contribución de los poseedores de bonos privados y de privatizaciones griegas.
Los vencimientos de los créditos pasan de 7,5 años a 15 que podrán ampliarse a 30 años, y el tipo de interés se rebaja a un 3,5%de los 4,5% y 5,8% que se pagan en la actualidad. Esta medida alcanza también a los otros países rescatados, Irlanda y Portugal. Aunque el presidente francés había dicho a su llegada que lo que iban a hacer por Grecia no lo harían por ningún otro país de la eurozona.
La banca privada podrá canjear o renovar los bonos griegos que vencen en los próximos años por otros con un plazo de vencimiento superior, esto supone una aportación de 37.000 millones de euros y se crea un plan de recompra por un valor de 12.600 millones de euros.
Para evitar el contagio a España o Italia, se ha decidido ampliar las competencias del fondo de rescate, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF), que podrá dar créditos preventivos para recapitalizar los bancos de países con problemas aunque no vayan a necesitar rescate. Además podrá comprar deuda en el mercado secundario. Dos medidas a las que se ha opuesto Alemania hasta ahora. Este cambio en el EFSF deberá ser refrendadas por los Parlamentos nacionales, algunos de ellos, como los de Alemania, Holanda o Finlandia, no lo ven con buenos ojos.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, se ha adelantado a posibles movimientos de las agencias de calificación asegurando que si consideran este plan como «impago», los países de la eurozona están dispuestos a garantizar temporalmente los bonos griegos para que el Banco Central Europeo (BCE) pueda continuar manteniendo la liquidez de Grecia.
Por su parte el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha resaltado los buenos resultados de la cumbre y ha añadido que «la única manera de dar respuesta, de generar confianza y credibilidad es fortalecer las capacidades europeas, y que el compromiso de los Estados sea más fuerte con el conjunto, con el proyecto común».
La canciller alemana, Angela Merkel también se ha mostrado satisfecha con el resultado «pues los Estados miembros han demostrado que están a la altura de este reto».
En el comunicado que se ha hecho público al finalizar la reunión, los miembros del Eurogrupo destacan su satisfacción por las reformas económicas que se están llevando a cabo en España e Italia y señalan el progreso que han realizado Portugal e Irlanda.
Probablemente no será una solución definitiva para Grecia pero posiblemente sea un respiro para los próximos tres años.