Habría sido muy complicado justificar una subida del 6,18% en unos países en los que a duras penas si se encuentra cinturón que ajustar. Los gobiernos de los veintisiete, con el premier británico, James Cameron, a la cabeza han exigido austeridad. Les ha costado la promesa de que el europarlamento participará en la negociación del marco presupuestario para 2014 – 2020, en el que se incluye la posibilidad de crear nuevos impuestos que financien la UE.
Quedan algunos cabos por atar como la flexibilidad en el presupuesto, es decir, el mecanismo para hacer frente a gastos imprevistos en el caso de emergencias o la financiación del proyecto de investigación sobre fusión nuclear ITER que se resolverán más adelante.
El presupuesto recién aprobado, contempla más fondos para juventud, innovación, el proceso de paz en Oriente Medio, el aprendizaje permanente, el programa de investigación «Personas» o el progama de iniciativa empresarial e innovación.