El mayor enfrentamiento ha estado en el presupuesto rectificativo de 2012, lo que está sin pagar de este año. Entre las cosas pendientes están las facturas del programa Erasmus o la aprobación de la ayuda a la reinserción del Fondo de Globalización para más de 500 trabajadores vascos del sector del metal que se quedaron en paro.
La Comisión Europea había pedido un presupuesto rectificativo de 9.000 millones de euros, que más tarde rebajó a 7.500 millones de euros. Finalmente el acuerdo al que se ha llegado es de pagar 6.000 millones de euros pendientes de 2012, con los votos en contra de Austria, Reino Unido, Dinamarca, Suecia y Holanda. El Parlamento Europeo pide 2.900 millones de euros más y que no se imputen a los pagos de 2013.
Todavía este preacuerdo tiene que votarse en el pleno del Parlamento Europeo, que amenaza con votar en contra, el próximo 12 de diciembre. Si es así, Bruselas se podría pasar todo el año 2013 gastando cada mes una doceava parte del presupuesto de 2012 o de este presupuesto no aprobado, la cantidad que resulte menor.