La Eurocámara ha dado luz verde este martes a la extensión del fondo europeo de ayuda para los más necesitados hasta 2020. Se mantiene el presupuesto inicial de 3.500 millones de euros, al tiempo que se ha conseguido el compromiso por parte del Consejo de que los fondos estarán operativos de forma inmediata. El acuerdo permitirá ayudar a las organizaciones de beneficencia en la distribución de alimentos, ropa y otros bienes de primera necesidad.
«Hemos alcanzado nuestros objetivos clave en las negociaciones con la Comisión y los Estados miembros: aumentando el presupuesto desde los 2.500 a los 3.500 millones de euros para fortalecer el papel de las organizaciones de lucha contra la pobreza en el diseño, la ejecución y el seguimiento del programa y simplificar los trámites administrativos. El nuevo programa es la primera iniciativa europea que trata de llegar a las personas que sufren pobreza extrema en todos los Estados miembros», ha dicho la ponente Emer Costello (S&D, Irlanda). El texto ha sido aprobado con 592 votos a favor, 61 en contra y 31 abstenciones.
No ha habido recortes en este caso y se mantendrá el presupuesto de 3.500 millones de euros para el periodo 2014-2020, la misma cantidad que se asignó al Programa europeo de ayuda alimentaria para los más necesitados en el periodo 2007-2013. Los Estados miembros plantearon en un principio un recorte de 1.000 millones de euros.El nuevo programa, que reemplaza al programa europeo de ayuda alimentaria, cubrirá a todos los países de la UE. El alcance del nuevo fondo se amplía para incluir dos programas para la distribución de comida y otros bienes de primera necesidad, como ropa y material escolar, así como para financiar medidas de inclusión social para las personas más pobres de la UE.
El fondo también apoyará las donaciones de comida y, en particular, su recogida, transporte y distribución, para contribuir a la reducción del desperdicio de comida.
El texto incluye la propuesta del Parlamento de fijar una tasa de cofinanciación europea del 85 por ciento. En el caso de los países más afectados por la crisis, podrá incrementarse hasta el 95 por ciento. Esta tasa es la parte del gasto que paga la UE y el resto deberán asumirlo los países.
En 2011, cerca de un cuarto de los europeos (alrededor de 120 millones) estaban en riesgo de pobreza o exclusión social, cuatro millones más que el año anterior. El Parlamento Europeo luchó en 2011 por prolongar el programa de ayuda alimentaria, mientras que algunos Estados querían retirarlo para ahorrar dinero.
El nuevo Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados aportará, según el comisario László Andor, un valioso apoyo a los Estados miembros en sus esfuerzos por ayudar a los más vulnerables, demostrando la solidaridad de la UE con los más débiles, que han sido los más afectadas por la crisis económica y social. El Fondo contribuirá asimismo a alcanzar el objetivo de Europa 2020 de reducir en al menos 20 millones el número de personas en situación de pobreza y en riesgo de pobreza o exclusión social.
El nuevo Fondo no solo ofrece a los Estados miembros más flexibilidad en términos de suministro de alimentos para su distribución, para que el dinero llegue más lejos, sino que se podrá utilizar para ropa y otros bienes esenciales (como zapatos, jabón o champú) para su distribución a los más vulnerables, como las personas sin techo. Las autoridades nacionales y las organizaciones asociadas podrán usar el Fondo de la manera que mejor se acomode a su propia situación y a sus tradiciones. Además, los programas nacionales de aplicación del Fondo tendrán que incluir medidas activas de inclusión social, que ayuden a las personas a salir de la pobreza.