Después de preguntarse porqué la UE ha tardado 30 años y una revolución pacífica en descubrir que aquellos a los que llamaba amigos y protegía no eran más que dictadores que se quedaban con el dinero de su pueblo, el Parlamento Europeo ha aprobado una resolución en la que subraya que la UE debe redefinir su estrategia política y financiera para apoyar la transición a la democracia en Egipto.

La Eurocámara considera que la renuncia de Hosni Mubarak ha dado paso a una nueva etapa para Egipto, en la que las fuerzas armadas deben desempeñar un papel constructivo que facilite el proceso político, que garantice elecciones libres y que respete el compromiso de paz con Israel.

El texto señala que en los últimos años la UE ha puesto la búsqueda de estabilidad por delante «de los valores de la democracia, la justicia social y los derechos humanos». Para evitar que esto se repita los eurodiputados proponen la creación de un mecanismo que asegure que las cláusulas sobre derechos humanos se apliquen en todos los acuerdos con terceros países.

También quieren que en la revisión que ahora se debe hacer de la Política Europea de Vecindad sean prioritarios criterios como la independencia del poder judicial, el respeto a las libertades fundamentales, el pluralismo, la libertad de prensa y la lucha contra la corrupción. Piden al Consejo que defina una serie de criterios políticos que los países deban cumplir para que se les conceda un «estatuto avanzado». Cuando han sucedido los acontecimientos que han sorprendido al mundo, Túnez se encontraba negociando con la UE el estatuto de socio avanzado en el Mediterráneo, estatuto que goza Marruecos desde 2008.

Las críticas han llegado también a la Unión por el Mediterráneo que debería haber dado mayor realce a la política de la UE en la región pero que ha sido incapaz de arrancar. Ahora deberá elaborar un programa sobre la mejor forma de promover la democracia y los derechos humanos en los países que participan y hacer frente a las reformas que le permitan ser más eficaz.

La Eurocámara ha decidido incrementar hasta los 1.000 millones de euros los fondos del Banco Europeo de Inversión (BEI) para que se puedan financiar préstamos para infraestructuras y pequeñas y medianas empresas en países de la zona.

Los ministros de Exteriores de los veintisiete se reúnen los próximos domingo y lunes, decidirán las sanciones económicas que se impondrán a Mubarak. A continuación la jefa de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, viajará a Egipto donde se pondrá en contacto con las personas que están liderando la transición.