En un discurso pronunciado ante la Asamblea General de la ONU, Annan confirmó que ha habido masacres de civiles en las localidades de Hula y Al-Qubayr. Aunque no señaló culpables por las matanzas masivas, el ex secretario general de la ONU dijo que el gobierno, y no la oposición armada, tiene la «primera responsabilidad» de frenar la violencia. «Debo ser franco y confirmar que el plan (de paz de seis puntos) no se está llevando a cabo», afirmó.
Pese a haber urgido al presidente Bashar Al Assad a «tomar una decisión estratégica para cambiar su rumbo», el bombardeo del gobierno sobre ciudades ha continuado, y las milicias que respalda Damasco parecen operar libremente, «con consecuencias atroces», dijo.
«La comunidad internacional se ha unido, pero ahora debe llevar esa unidad a un nuevo nivel», señaló Annan. «Debe quedar claro que habrá consecuencias» si no se cumple con lo pactado.
Por su parte el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que observadores del foro mundial que intentaban llegar a Al-Qubayr este jueves, el día después de la masacre, fueron atacados con armas pequeñas.
Antes, el jefe de la Misión de Supervisión de la ONU en Siria, el noruego Robert Mood, había dicho que los observadores -autorizados por el gobierno de Al Assad- fueron interceptados y en algunos casos enviados de regreso a puestos de control del ejército.
El embajador de Siria en la ONU, Bashar Jaafari, dijo que Damasco estaba investigando las masacres y que algunos canales internacionales de televisión habían transmitido imágenes falsas de las víctimas.
Acusó a la oposición armada de cometer asesinatos, ataques explosivos y masacres, y sostuvo que otros países estaban enviando dinero a organizaciones salafistas (rama integrista del Islam) y terroristas. «El gobierno de Siria extiende la reconciliación política a todas las fuerzas cuyas manos no están manchadas con sangre», dijo.
Agregó que algunas patrullas de la ONU también fueron detenidas por civiles, y que algunos habitantes del área donde ocurrió la masacre denunciada por Annan habían dicho que los observadores corrían riesgo si avanzaban.
El gobierno culpa a «terroristas»
La misión de la ONU envió observadores tras recibir informes de una matanza masiva en la pequeña aldea de Al-Qubayr. Activistas de la oposición dijeron que grupos armados favorables al gobierno y respaldados por las fuerzas de seguridad habían matado a decenas de personas allí.
Los Comités de Coordinación Local, una red de activistas sirios, y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijeron que habían fallecido más de 86 personas. El gobierno de Siria niega toda participación en las matanzas.
«Lo que algunos medios informaron sobre lo que ocurrió en Al-Qubayr, en la región de Hama, es completamente falso», dijo el gobierno en un comunicado emitido por la televisión oficial. «Una organización terrorista cometió en la región de Hama un crimen atroz que se cobró nueve víctimas. Los informes de los medios de comunicación están contribuyendo a derramar la sangre de los sirios», señalaba el comunicado.
Atmósfera de terror
El activista Mousab al-Hamadee, de Hama, dijo Al Jazeera que el ataque era parecido a la masacre del mes pasado en Hula, y sostuvo que el gobierno busca crear una «atmósfera de terror e intimidación».
Afirmó que, el ejército sirio había preparado el camino bombardeando el área antes de que grupos favorables al gobierno descendieran sobre la aldea. «La mayoría de las víctimas fueron quemadas en sus casas, muchas de ellas apuñaladas» con particular saña, dijo, agregando que entre los muertos había mujeres y niños.
También criticó el papel de la misión de supervisión de la ONU. «Lamentablemente no hacen nada para protegernos, simplemente vienen el día después de las masacres a filmar los cadáveres y ver cómo enterramos a nuestras víctimas. Simplemente nos ven morir», dijo Al-Hamadee.
Manhal Abu-Bakar, otro activista radicado en Hama, dijo que tanques sirios comenzaron a bombardear Al-Qubayr en la tarde del miércoles. Milicias favorables al gobierno procedentes de aldeas cercanas llegaron a esa localidad, ejecutando a algunas personas de un modo similar a como se perpetraron las matanzas del 25 de mayo en Hula, destacó.
Entre los muertos «había 35 personas de una sola familia», la mayoría de las cuales eran mujeres y niños, dijo. Los informes sobre la masacre alentaron al opositor Consejo Nacional Sirio a emitir un comunicado en el que llamaron a combatientes alineados con el también antigubernamental Ejército Sirio Libre a «escalar la acción en el campo de batalla» para aliviar la presión sobre los civiles que están «sitiados con bombardeos y ataques en las provincias de Hama, Latakia y Homs».
Plena transferencia de poder
En el frente diplomático, países occidentales y árabes se reunieron en Estambul para debatir sobre la crisis de Siria. Un funcionario de Estados Unidos señaló que la secretaria de Estado Hillary Clinton, había dicho al grupo que una transición en Siria debería incluir una «plena transferencia de poder» de Al Assad, la creación de un gobierno interino totalmente representativo, y elecciones libres y limpias.
Francia ha dicho que organizará una reunión de Amigos de Siria el 6 de julio en París. Y tanto Francia como Gran Bretaña han rechazado una propuesta rusa para una conferencia internacional sobre Siria que incluyera a Irán, aliado clave de Damasco. «Creo que la inclusión de Irán en un grupo de ese tipo probablemente lo volverá inviable», ha dicho el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña, William Hague, que ha añadido que «es un país que está apoyando parte de la inaceptable violencia y al régimen sirio en lo que le está haciendo al pueblo, y eso causará una gran dificultad».