La Unión Europea ayudará a los países en desarrollo a luchar contra el cambio climático y pretende llegar a los 6.000 millones de euros. La perspectiva de un fracaso en la Cumbre de Copenhague ha hecho reaccionar a los 27 y casi todos han llegado al Consejo Europeo que se celebra en Bruselas con unos cuantos millones de euros para poner sobre la mesa.
Hasta las puertas del edificio del Consejo en Bruselas han conseguido colarse activistas de Greenpeace para presionar a los líderes a ser más efectivos en su programa medioambiental. Una pancarta los esperaba con el lema «UE: salva Copenhague».
La propia UE calcula que financiar acciones rápidas contra el cambio climático en los países en desarrollo puede costar 21.000 millones en los próximos tres años, de modo que su aportación es sustancial. Suecia aportará 750 millones, Reino Unido casi 900 y España,300 millones de euros.
El Consejo además mantendrá su propuesta de incrementar la reducción de emisiones de CO2 del 20% ya comprometido hasta el 30%, pero mantiene la condición de que otros países hagan esfuerzos comparables.
Tasa para los bonus
Pero la Cumbre de Bruselas ha tenido más puntos de interés. La canciller alemana, Angela Merkel y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, se han sumado a la iniciativa del primer ministro británico, Gordon Brown, de imponer una tasa extraordinaria a los bonus cobrados por los directivos bancarios, que en el caso británico llega al 50%. Merkel ha dicho que hay que evitar los errores del pasado y entrar en una nueva era de responsabilidad bancaria.
Van Rompuy apunta maneras
Novedad en el Consejo ha sido la presencia del presidente estable de la UE, el belga Van Rompuy, que, aunque no empieza a trabajar en el cargo hasta el 1 de enero, se ha dejado notar en la cumbre. Van Rompuy ha expuesto a los 27 las nuevas normas que regirán en el funcionamiento de los consejos que el presidirá: menos gente, no estarán los ministros de Exteriores, intervenciones breves y conclusiones concretas. Toda una inesperada declaración de intenciones, aunque de momento sólo sean formales.
Antes de la reunión, Van Rompuy se ha reunido con Zapatero para cambiar impresiones sobre la presidencia española de la UE a partir de enero. Por ambas partes se insiste en que habrá coordinación y no luchas de protagonismo. El presidente estable viajará a Madrid el próximo día 15 para coordinar con el gobierno los asuntos del semestre español.
El Consejo ha difundido un comunicado, en el que muestra su preocupación por la salud de la activista saharaui Aminatou Haidar, en huelga de hambre desde hace 25 días en el aeropuerto de Lanzarote, y pide a Marruecos que cumpla sus obligaciones internacionales con los derechos humanos. La UE pide a Rabat que coopere con España para alcanzar una solución positiva al caso. euroXpress
