No es la primera vez que Angela Merkel se refiere a la necesidad de hacer reformas en los Tratados de la Unión. Esta vez ha insistido subrayando la urgencia y apoyándose en el hecho de que la crisis además de justificar una nueva política es un buen momento para cambiar «el mundo no espera a Europa», ha dicho.
Merkel se ha mostrado partidaria de cambiar los tratados de la UE y aplicar cambios estructurales. En ese sentido Alemania y Francia llevan algún tiempo dándole vueltas a la posibilidad de una eurozona más pequeña, con economías fuertes y equilibradas.
No solo se trata de resolver el problema de la deuda y los déficits presupuestarios, sino de un «cambio hacia una mayor sostenibilidad» ha explicado. Ha reconocido, así mismo, que la situación actual de la UE es «desagradable», para salir de ahí debe dar un «paso adelante» porque «una comunidad que dice, independientemente de lo que ocurre en el resto del mundo, que no puede cambiar nunca más las normas en las que se asienta, es una comunidad que no puede sobrevivir».
Ha pedido más responsabilidad a los Estados miembros más allá de sus propias fronteras porque, ha insistido, «las preocupaciones españolas son las preocupaciones alemanas e italianas».