Se cree que la pobreza, la demencia y la soledad son problemas que inexorablemente afrontarán las sociedades que envejecen. Pero esto no es un axioma. Con un mayor apoyo estatal, las personas mayores pueden hacer una importante contribución a su comunidad. «La longevidad es un triunfo del desarrollo», dice el director ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Babatunde Osotimehin. Los ancianos pueden hacer una contribución social y económica a la sociedad, «aprovechar esos aportes será muy importante», añadió.
El estudio «Envejecer en el siglo XX: una celebración y un desafío», publicado por UNFPA y HelpAge International, sostiene que la tercera edad puede ser motivo de celebración si las personas gozan de seguridad económica y social. El envejecimiento de la población ya no es un fenómeno de los países ricos. En 2050, casi el 80 por ciento de los adultos mayores vivirán en los países en desarrollo; serán unos 2.000 millones de personas que representarán el 22 por ciento de la población mundial.
En 2000 ya hubo más personas mayores de 60 años que niños y niños menores de cinco. Japón es el país con más ancianos: el 30 por ciento de sus 123 millones de habitantes tienen más de 60 años. Este fenómeno supone una carga económica y social para el país. Pero el director general de HelpAge International, Richard Blewitt, sostiene que esto es un motivo de celebración, por que demuestra que ese país invirtió mucho en promover la esperanza de vida y ofrecer a sus ciudadanos un mejor acceso a la salud y seguridad económica. «Bien hecho, Japón, dice, las personas mayores están activas en muchos sentidos. Debemos repensar el valor de la tercera edad».
No obstante, este país tiene muchos problemas con este sector de la población. Más de la mitad viven solos, tres millones padecen demencia y cada vez más sufren abusos, en especial las mujeres. Frente a eso, el gobierno ha desarrollado avanzados sistemas de atención a personas con demencia. Japón cuenta con amplios programas para ellos, con unidades móviles que visitan distintas comunidades. Varios especialistas elogian el nuevo estudio del UNFPA y señalan que la decisión de lanzarlo en Japón fortalece el estatus de los mayores y subraya la necesidad de concentrarse en la atención de este sector de población a escala internacional.
«El estudio se concentra en repensar el envejecimiento como un asunto de escala internacional», indica Junko Fukazawa, de 64 años y proveedora de cuidados, en un simposio sobre esta temática realizado en el lanzamiento del informe del UNFPA. «Es un hito en Japón, donde los especialistas se han esforzado por sacar el tema del ámbito familiar y convertirlo en un fenómeno social».
Fukazawa contó que su padre falleció el mes pasado en una residencia para personas mayores. Ella debió llevarlo allí para poder continuar con su carrera. En la generación de su madre, la atención de los ancianos era responsabilidad exclusiva de las mujeres, explica.
Babatunde Osotimehin señala que es hora de subrayar la importancia del envejecimiento en la agenda del desarrollo internacional tras décadas de ignorar uno de los asuntos globales más importantes. Pide que se incluya la atención a las personas mayores en los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, y a aumentar la ayuda para investigaciones y recolección de datos. El informe de UNFPA subraya cómo unas 60.000 personas mayores de 60 años realizaron una campaña en 61 países con el lema «Age Demands Action» (»Ancianos Demandan Acción»).
La iniciativa lanzada en el marco del Día Internacional de las Personas Mayores, celebrado el 1 de octubre, insta a los gobiernos y a la comunidad mundial a atender los derechos, las preocupaciones y las necesidades de ese sector de la población. La opinión de 1.200 mayores de 60 años, de distintos países recogida en el estudio de UNFPA muestra su deseo de desempeñar un papel activo en la sociedad.