«La oscuridad de la pena de muerte, la oscuridad de la tortura, la oscuridad de presos de conciencia. Puedes hacer dos cosas, lamentarte o hacer algo». Es uno de los principios de Amnistía Internacional (AI). Una red social, que desde hace 50 años moviliza a millones de personas en el mundo para exigir a las autoridades la libertad de presos de conciencia. El responsable de la ONG en España, Esteban Beltrán, recuerda que fue la primera red social cuando no existia facebook, ni twitter, ni internet. Entonces llevaban las cartas a las embajadas.
Pero curiosamente dice, «cuando más aumentan las herrramientas de comunicación más crece la represión». Actualmente hay 89 países que imponen restricciones a la libertad de expresión, una cifra que ha aumentado en relación al año pasado.
Amnistía Internacional creó el concepto de «preso de conciencia». Hace 50 años el británico Peter Benenson escribió a un periódico para pedir justicia para un grupo de jóvenes españoles y portugueses detenidos durante las dictaduras de ambos países por brindar por la libertad. Un millar de personas se sumaron a esa causa.
En sus 50 años de vida, AI ha contribuido a liberar a 50.000 presos de conciencia, pero quedan muchos más. Sólo en Corea del Norte hay 50.000 en una sola prisión. En su larga lista se escriben nombres como San Suu Kyi, Nelson Mandela, Liu Xiaobo... cuando nadie hablaba de ellos. Amnistía es Premio Nobel de la paz. Hoy denuncia que la crisis económica mundial es sobre todo una crisis de derechos humanos.
La pobreza es el ámbito donde existe una mayor violación de derechos humanos y de indefensión, explica Esteban Beltrán.»La crisis económica es en realidad una crisis de derechos humanos». Y añade, «estamos hablando de restricciones al derecho a la salud, a la vivienda digna, de dificultar el derecho a la educación, a la alimentación en algunos países....por tanto estamos hablando de una crisis de derechos humanos».
Pero se muestra optimista. «Los avances son importantes, ¿quién iba a pensar que 30 o 40 personas vinculadas a antiguos crímenes de estado estarían ante los tribunales? ¿Quien iba a pensar que de los 16 países que abolieron la pena de muerte hace años, hoy son 137... Por eso, insiste, el principal mensaje es... que las personas tienen que defender sus derechos».
