Aminetu Haidar concentró toda la atención en su huelga de hambre a finales de 2009 y este martes ha hecho valer su opinión a las puertas del Parlamento Europeo, donde participó en un seminario. Vergonzosa actitud del gobierno de Zapatero y decepción por la falta de condena de la Unión Europea ante los sucesos del Sáhara Occidental.
Haidar lamenta que la UE ni siquiera haya enviado una misión a la zona para aclarar lo ocurrido en la intervención de las fuerzas de seguridad marroquíes para desmantelar el campamento saharaui de Gdaim Izik, ni los disturbios posteriores en El Aaiún. Si las instituciones y países de la Unión no pueden hacer eso, «los defensores de los derechos humanos no creeremos más en los principios de la UE». La actitud del gobierno español le parece «vergonzosa», al contrario de la «solidaridad» que demuestra el pueblo español con la causa saharaui. Igualmente ha criticado a los socialistas franceses, que han votado contra una resolución a favor de su pueblo.
La activista saharaui pide a la Unión que revise los acuerdos con Marruecos y le exija un claro respeto por los derechos humanos. La organización que preside Haidar, el Comité de Derechos Humanos para el Sáhara Occidental, no está en contra de que Europa refuerce su relación con Marruecos, pero sí de que incluya la explotación de recursos del Sáhara Occidental y de que no presione para que el régimen respete los derechos fundamentales en el país y en los «territorios ocupados».
El enviado especial de la ONU para el Sáhara, Francesco Bastagli, calificó de ilegal el acuerdo pesquero con Marruecos y pidió que se excluyan las aguas territoriales del Sáhara Occidental, que sí figura en los acuerdos firmados entre Rabat y Estados Unidos. Bastagli criticó la política «pro marroquí de Europa» en el caso del Sáhara, en su opinión, dominada por los intereses de un pequeño grupo de países, sobre todo, España y Francia.