Ha sido en una rueda de prensa, en la que Ferrero compartía mesa con el ministro de Exteriores de Marruecos, Taieb Fassi Fihri, tras la octava ronda de la Asociación Marruecos –UE, en la que se ha dicho que el país magrebí es un socio estratégico para la UE. La comisaria confía en que se encuentre una solución política o humanitaria de compromiso, pero nada más.
En la reunión no estuvo el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a pesar de que se encontraba en Bruselas para asistir al Consejo de Asuntos Generales. Moratinos ha asegurado que la relación con Marruecos es vital para España y que sigue manteniendo contactos con Rabat para encontrar un desenlace satisfactorio para todos. También ha habido contactos con Argelia y, desde Exteriores, se asegura que el asunto de Haidar no ha supuesto ninguna tensión.
Pero mientras España habla de diálogo y diplomacia, Marruecos tensa la cuerda. Su ministro de Exteriores advertía de que la cooperación con España en asuntos de inmigración puede cambiar. «Cuando hay inmigración es con nosotros con quien habla no con nadie más o cuando hay problemas de inseguridad o perspectivas de inversión». Fassi ha recalcado que nunca llegó a un acuerdo con España para permitir el regreso de la activista. El ministro marroquí ha acusado a Haidar de ser la causante del problema y de no ser una defensora de los derechos humanos, sino una militante del Frente Polisario.
El PSOE busca el apoyo de los grupos políticos del Congreso a una proposición no de ley, en la que pide a Haidar que cese la huelga de hambre que mantiene desde hace 22 días en el aeropuerto de Lanzarote. Tanto el PP como Gaspar Llamazares, de IU, han considerado un error del gobierno dejar entrar a la activista a España sin documentación.
Haidar ha decidido renunciar a recibir atención médica y, aunque su estado de salud es muy delicado, el juez de guardia de Arrecife, Jerónimo Alonso, ha decidido, tras escuchar a los forenses, que no es necesario su traslado a un centro hospitalario. euroXpress