Si los eurodiputados le ponen buena nota, Joaquín Almunia será el nuevo comisario europeo de Competencia, una de las carteras con más peso, y además vicepresidente del ejecutivo comunitario.
Este martes ha comparecido ante la Eurocámara para exponer su programa de actuación y, por lo dicho, se deduce que piensa ser tan duro como su predecesora, Neelie Kroes. Sin embargo, la incertidumbre que provoca la salida de la crisis no le ha permitido concretar mucho. No aventura fechas, pero dice que si se confirma el fin de la recesión, los gobiernos de la UE deberán retirar las ayudas públicas extraordinarias a las empresas a finales de 2010.
En el sector financiero, Almunia dice que los Estados han asumido obligaciones en apoyo a la banca y ahora hay que asegurar que la estabilidad se recupera sin más ayudas públicas. La estrategia para la retirada de esas ayudas debe prepararse ya, para que sea gradual.
El comisario español entiende que una política fuerte de Competencia en la UE apoyará el éxito de las empresas europeas en el exterior y dará más posibilidades de elección a los consumidores. Almunia reafirma su compromiso para hacer su trabajo sin ceder a las presiones de las empresas poderosas y ha anunciado que dará prioridad a la lucha contra los cárteles. Tiene intención de presentar una propuesta para que empresas y consumidores perjudicados por la vulneración de las normas puedan pedir compensaciones.
Además, la Comisión –ha dicho- seguirá multando a quienes pacten precios o abusen de posición dominante en el mercado, pero será con _"un nivel coherente con la voluntad de disuasión". El máximo permitido es del 10% de la cifra de negocios de la empresa multada. euroXpress