Con este premio la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) ha enviado un «mensaje político muy claro» a Bielorrusia sobre la situación de los Derechos Humanos en el único país europeo que no es miembro del COE. El presidente de la Fundación checa Carta 77, Frantisek Janouch se ha mostrado confiado en que «el premio replantee la situación de Bialiatski, condenado en 2011 a cuatro años y medio de cárcel por fraude fiscal. La sentencia alega que utilizó donaciones internacionales procedentes de Lituania y Polonia para su uso personal. Amnistía Internacional lo ha declarado preso político y varios gobiernos occidentales han pedido su puesta en libertad.
Ales Bialiatski creó en 1996, el Centro de Derechos del Hombre de Viana, que preside actualmente y es vicepresidente de la Federación Internacional de Derechos del Hombre desde 2007.
El presidente de la Asamblea, Jean-Claude Mignon, ha declarado que «su combate diario contra la violación de los derechos humanos, la inusticia, la arbitariedad y el autoritarismo, intenta que los ciudadanos bielorrusos puedan tener conseguir algún día los estándares de derechos de los ciudadanos europeos». Natalia Pinchuk ha denunciado que «las condiciones en que está detenido -su esposo- son más duras que las de otros detenidos» y «que sufre fuertes y continuas presiones psicológicas».
Al premio, que se ha concedido en la inauguración de la sesión de otoño de la Asamblea, se habían presentado 27 nominaciones, aunque los tres finalistas eran Bialiatski, la Asociación de jovenes abogados de Georgia y la Red de Defensa de los Derechos (China).
El Premio de Derechos Humanos de la APCE, creado en 2007, pasa a denominarse a partir de este año Premio Vaclav Havel y se otorgará anualmente a representantes de la sociedad civil defensores de los derechos humanos, conjuntamente con la Biblioteca Václav Havel y la Fundación Carta 77. El premio está dotado con 60.000€.