El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT) pide a los gobiernos que aseguren una información precisa, rápida y oportuna de las pruebas médicas ante posibles casos de malos tratos a detenidos. En su informe anual el Comité se muestra «preocupado» por la situación de varios centros de detención europeos, entre ellos en España.
En nuestro país visitaron varios centros de detención en Cataluña y en la cárcel modelo de Barcelona. El informe muestra que tanto los Mossos d'Esquadra (policía autonómica), como la Guardia Civil habían inflingido malos tratos a una decena de detenidos. Fabrice Kellens, uno de los miembros del Comité, ha dicho a la agencia Efe que «lo que hemos visto en España no es un modelo ejemplar» e insiste en que es una situación «desgraciadamente muy similar a la de muchos países».
Los países visitados son Croacia, Grecia, Hungría, Islandia, Lituania, Mónaco, Montenegro, Polonia, San Marino, Turquía y Reino Unido. Especialmente importante fue la visita a Turquía, donde numerosas personas habían sido detenidas tras las revueltas de la denominada «primavera turca», entre mayo y junio. En Grecia, se investigaron centros de detención de inmigrantes, y en Hungría, Lituania y Turquía, se prestó especial atención a los presos condenados a cadena perpetua. En Ucrania visitaron a la líder opositora Yulia Timochenko, destacando que las condiciones materiales de su lugar de detención «tenían un excelente nivel» y que «los tratamientos médicos que había recibido en el hospital no daban lugar para realizar comentarios particulares por parte del CPT».
El médico forense suizo, y miembro del CPT, Jean-Pierre Restellini, asegura a Efe, que «no hay ningún país europeo que cumpla las condiciones para evitar malos tratos a los detenidos». El informe del CPT se realiza tras visitar 21 centros de detención , durante las visitas se han examinado la situación de prisiones, comisarías y centros de retención de inmigrantes, para detectar posibles malos tratos cometidos en esas dependencias. Precisamente el Comité señala que la documentación y presentación de informes de las pruebas médicas por malos tratos, no es satisfactoria en muchos países europeos. Los procedimientos establecidos no siempre garantizan que las lesiones que reciben las personas detenidas se registren adecuadamente y se informe a las autoridades pertinentes.
EL CPT aconseja que se realice un examen médico a los detenidos 24 horas después de su detención, para poder detectar la existencia de lesiones producidas por malos tratos y pide a los forenses que denuncien los casos en los que comprueben que se han producido este tipo de lesiones. Un procedimiento que debe seguirse también, cuando un preso haya sido devuelto a la custodia policial. El Consejo de Europa, que hace pocos meses requería al gobierno español que no se indultará a miembros de la seguridad ciudadana implicados en malos tratos, también pide «tolerancia cero hacia los malos tratos».
El presidente del CPT, Lətif Hüseynov, ha dicho que «la presentación de pruebas médicas es el elemento de disuasión más importante para evitar futuros abusos».
Creado en 1989, el CPT está formado principalmente, por juristas, médicos, psiquiatras y expertos penitenciarios. Sus miembros tienen como misión prevenir los malos tratos como mecanismo no judicial, pero complementario al trabajo que realiza el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y realizan visitas periódicas a cada uno de los estados del Consejo de Europa. Examinan el trato que se dispensa en los centros de detención a las personas privadas de libertad, e inspeccionan, sin previo aviso, prisiones, centros de detención para menores y para inmigrantes, comisarías de policía, hospitales psiquiátricos y centros de asistencia social. Actualmente la representante española es María José García-Galán Sanmiguel, que sustituyó a Baltasar Garzón.