Se trataría de un nuevo organismo independiente que tome las decisiones frente a la crisis económica, castigue a los incumplidores y ponga pruebas de resistencia a los Estados para comprobar su competitividad. «Los países que no logren pasar esas pruebas tendrían que afrontar consecuencias, esto enviaría a los mercados una señal fuerte y positiva», ha dicho el ministro.
Rösler asegura que la propuesta está consensuada en el gobierno alemán y se presentará en septiembre, pero la canciller Merkel no se ha pronunciado y el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ahora de vacaciones, solo ha dicho que le parece una idea interesante.
Un portavoz del gobierno alemán dijo que es una respuesta a la petición del presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, de generar propuestas para revertir la situación de crisis. Se trataría de crear algo parecido al actual Consejo de Estabilidad alemán, que asesora a los Estados federados ante situaciones de crisis.
Sin embargo, la idea alemana pone al descubierto la inutilidad de todo el paquete supervisor financiero puesto en marcha por la UE en los últimos meses como el gran instrumento europeo para evitar que se repitan crisis financieras entre los 27. Ni antes, ni durante, ni después del actual rebrote de crisis, se ha escuchado a los nuevos organismos supervisores.