Berlín aparca por un momento su política de austeridad empujado por el estancamiento de su economía y presenta un programa de inversiones por valor de de 10 000 millones de euros hasta 2018 y que, según el ministro de finanzas Wolfgan Schäubell, no requerirá nuevo endeudamiento.
El gobierno de coalición alemán ha dado un giro a su política económica. El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, ha anunciado un programa de inversiones de 10 000 millones de euros con un doble objetivo: luchar contra la crisis y alcanzar el déficit cero.
Sin duda los últimos datos, poco positivos, de la economía alemana han llevado al gobierno de este país a tomar esta decisión. En el segundo trimestre del año, el PIB de Alemania cayó un 0,2 % en comparación con el trimestre anterior, las exportaciones crecen menos de lo que se esperaba y las inversiones han caído de forma drástica, sobre todo en el sector de la construcción.
Ya lo avisaba el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Jyrki Katainen, el pasado mes de octubre cuando afirmaba que el potencial de crecimiento de Alemania era «demasiado bajo» por lo que instaba al país a invertir más. Países como Italia, Estados Unidos e incluso el FMI también han solicitado en más de una ocasión que Berlín accediera a más gasto público que ayuda a crecer a la zona euro.
Los ingresos fiscales también han bajado en Alemania y se prevé que para el año que viene se recauden menos de 6 400 millones de euros, por tanto la inversión de 10 000 millones de euros se prevé rápida pero «disciplinada», tal y como ha asegurado el mismo Schäuble, eso sí sin que afecte a la deuda.
Una propuesta que ha sido aceptada por diferentes frentes. Por un lado, por el ministro de Economía, Sigmar Gabriel, del SPD, partido con el que gobierna, por el presidente de la Confederación de la Industria Alemania (BDI), Ulrich Grillo quien se ha mostrado satisfecho ante esta decisión afirmando que «es una buena señal para una política de consolidación a largo plazo. Se trata de algo que le da confianza a los inversores privados». Y por la Federación de la Industria de la Construcción que «celebra que el gobierno tome en cuenta las preocupaciones de la industria y en especial del sector de la construcción y esté decidido a combatir el déficit de inversiones», ha declarado su gerente Michael Knipper.
El presupuesto federal sólo tendrá una reducción de 500 millones de euros. Se espera con todo ello que la recaudación fiscal alemana aumente y que en 2019, sea de 760 300 millones de euros.