Cuando se suponía que España estaba ya fuera de la zona de peligro, se dispara la prima de riesgo, ¿hay una explicación concreta?
Federico Steinberg.- Es muy difícil saberlo. Realmente estamos todos muy sorprendidos. Parece que lo que hay es un pánico de comportamiento de los mercados financieros, por el cual se produjeron una serie de ventas que ha ido alimentando más y más ventas hasta meternos en esta espiral. La compra de deuda por parte del Banco Central Europeo ha sido tan tímida que no ha tenido el efecto de frenarlo y ahuyentar a los inversores. Su intervención ha sido inconsistente y el mensaje desde Alemania para que no intervenga ha empeorado la situación.
eXp.- Desde Bruselas dicen que se trata de dar confianza con la aplicación de las reformas. España ha ido cumpliendo sus compromisos y se encuentra con un ataque de los mercados que parece inexplicable.
F.S.- Estamos ante un contagio que no tiene que ver con los fundamentales de la economía española que, por otra parte, en términos de crecimiento, no son nada alentadores. En esta situación, los inversores no distinguen entre países, venden toda la deuda de la zona euro periférica, porque Italia y Grecia están realmente mal, independientemente de que nosotros hayamos hecho los deberes.
eXp.- Además esto ocurre solo unos días antes de las elecciones en España, que previsiblemente provocarán un cambio de gobierno. Como ha pasado en Italia o Grecia, son signos de estabilidad política que no están consiguiendo estabilidad económica.
F.S.- Es difícil saberlo. En el caso portugués o irlandés, durante el interín ha habido ataques muy fuertes, antes de las elecciones o durante la fase de formación de gobierno. Yo creo que aquí influye relativamente poco. Se supone que lo que haría el nuevo gobierno sería ahondar en lo que ya ha hecho este gobierno desde mayo de 2010. Los inversores asumen que el nuevo gobierno hará más reformas y eso está descontado. Es cuestión de pánico.
eXp.- El Banco Central Europeo tiene un papel clave, como usted decía, en la respuesta a la crisis. Alemania argumenta que los Tratados no permiten la intervención del BCE. ¿A quién hay que dar la razón?
F.S.-Depende de la interpretación jurídica que se haga, que es delicada. El BCE tiene como objetivo fundamental preservar la estabilidad financiera de la zona euro. Si uno interpreta que la zona euro se puede romper, debería hacer cualquier cosa, incluido comprar deuda. Por otro lado, no puede monetizar la deuda pública de los países, es decir, comprar su deuda. Por tanto, la solución está en manos de juristas. Lo que está claro es que algo no está definido y da lugar a interpretaciones diversas.
eXp.- También se dice que hay otros intereses de Alemania en esa oposición a la intervención del BCE.
F.S.- Alemania se escuda en que hay un problema con los Tratados porque eso le es más sencillo que explicar la razón por la que no quiere que el BCE intervenga. Por un lado, es porque si el BCE compra mucha deuda y si esa deuda en el futuro no se paga, eso crea un agujero en el Banco Central Europeo y tiene un riesgo inflacionario, aunque en este caso no lo hay. El segundo motivo es político. Si el BCE compra deuda, relaja la presión de los mercados para hacer reformas y Alemania no quiere que dejemos de hacer reformas. Está llegando demasiado lejos, está jugando a la ruleta rusa.
eXp.- Pero además, con la crisis, el bono alemán se beneficia.
F.S.- Efectivamente, ésa es otra razón que yo creo injustificable. Cuanto peor estamos nosotros, más barato se financian ellos, porque la deuda sale del Sur y se va a Alemania, no es que se vaya a Estados Unidos, por tanto, ganan dinero.
eXp.- ¿Dónde queda el mensaje de solidaridad y defensa del euro que hace la canciller alemana?
F.S.- Forma parte de la retórica. Creo que Alemania pretende salvar el euro, pero está haciendo un error de cálculo. Creen que lo tienen controlado, pero esto podría estallar sin que se dieran cuenta en ese intento de alemanizarnos todos.
eXp.- Con los datos de estos últimos días, ¿se hace inevitable el rescate europeo de España?
F.S.- No lo sé. La línea roja no es definitiva. Depende de las subastas, de la liquidez en el Tesoro, de si la prima baja tras las elecciones. Todavía puede ser que nos salvemos del rescate, pero seguir así mucho tiempo es insostenible.
eXp.- Hay quien dice que no va a haber rescate español porque no hay dinero en la eurozona para pagar ese rescate.
F.S.- Ahora mismo no hay dinero para pagar el rescate de España e Italia juntas y haría falta para los dos países. Pero hay que pensar también que habría que buscar fórmulas para que lo haya, bien vía Fondo Monetario Internacional, convertir el Fondo de Estabilidad en un banco que pueda acceder a la línea definanciación ilimitada del Banco Central Europeo o apalancar el fondo de rescate.
eXp - ¿Qué solución ve a este repunte de la crisis. Estamos ante un episodio más o hay que temerse lo peor?
F.S.- Es una situación muy delicada. Confío en que finalmente Alemania se dé cuenta de que el riesgo de ruptura del euro está aquí y que permita, vía BCE, suavizar la tensión. Creo que es lo que terminará sucediendo, pero también puede darse un escenario de que el euro sobreviva habiendo una reestructuración de la deuda italiana y española.
eXp.- El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha vuelto a hacer una llamada a la estabilidad y al cumplimiento de los planes de ajuste que, en teoría se están cumpliendo. Hay una contradicción entre lo que se pide, se hace y se recoge.
F.S.- El Banco Central Europeo dice que se cumplan los planes nacionales pero la interpretación de los inversores de si se cumplen o no esos planes no es la misma que la del BCE. Falta saber lo que hace el nuevo gobierno de Monti en Italia, lo que hace el de Papademus en Grecia y el nuevo gobierno en España. Es un mensaje para decir: vais bien, muchachos, pero hay que hacer algo más.
En consecuencia, ¿la clave de la solución a la crisis es política?
F.S.-Aquí sabemos muy bien lo que tenemos que hacer, la cuestión es tomar la decisión de hacerlo: dar liquidez, avanzar hacia la unión fiscal y asumir que el Sur haga sus reformas a cambio de la solidaridad del Norte y si no, no nos salvamos. Esto es una decisión básicamente política.