La primera economía europea y mayor contribuyente a los fondos de rescate, Alemania, vive con tensión la posibilidad abierta en la cumbre del Consejo Europeo de la semana pasada, de que la ayuda financiera al sistema bancario español no vaya directamente al estado. Ante esta situación, los socios de Angela Merkel, le habrían pedido explicaciones. El diario «Bild» revela en su edición del sábado que ayer tarde Merkel se reunió en secreto con los jefes de los dos partidos con los que forma coalición para explicar las próximas ayudas financieras a España y Chipre. A la reunión de casi dos horas, celebrada en la cancillería alemana, habrían asistido los líderes de la Unión Cristianosocial (CSU), Horst Seehofer y del Partido Liberal (FPD), Philipp Rösler.
Tras las contradictorias declaraciones en varias capitales europeas sobre las ayudas a España, el ministro alemán de finanzas ha afirmado que los recursos para el sistema financiero español «irán al Estado», por que eso es lo que prevé el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), de donde saldrán los fondos pese a que el gobierno español ha pedido que se rompa el círculo vicioso que mezcla las deudas públicas y privadas.
Los políticos alemanes tiene el apoyo de la población. Según un sondeo publicado por 'Der Spiegel' el 54 por ciento de los ciudadanos está en contra de que su gobierno intente salvar el euro a costa de ayudar económicamente a países en dificultades. Tres de cada cuatro alemanes (74 por ciento) quieren una mayor supervisión fiscal desde Bruselas. La encuesta se realizó a unas mil personas entre el 3 y el 4 de junio. Sólo el 13 por ciento son favorables a ayudar a los países con más dificultades. También se les preguntó sobre la situación económica en su país. El 70 por ciento teme un posible aumento de los precios, el 48 por ciento no sabe que va a pasar con sus ahorros y el 47 por ciento está preocupado por las pensiones.