Los datos de la Oficina Estadística alemana (Destatis) revelan un crecimiento del PIB en 2012 del 0,7%, lo que quiere decir que las estimaciones preliminares para el cuarto trimestre suponen un retroceso del 0,5% respecto al trimestre anterior. El agravamiento de la crisis de deuda, menos inversiones de las previstas y un débil crecimiento de las exportaciones se apuntan como causas.
El presidente de Destatis, Roderich Egeler, da una visión positiva y afirma que «en el año 2012 la economía alemana se mostró resistente e hizo frente a la recesión europea en un entorno económico difícil». El instituto público recordó que el PIB creció apreciablemente en los años anteriores a 2011 (+3,0%), y 2010 (+4,2%), pero subrayó que esas subidas tuvieron su causa en el proceso de recuperación por la crisis financiera mundial y después de que en 2009 registrará un retroceso del -5,1%.
Las exportaciones crecieron un 4,1%, el consumo de los hogares, un 0,8% y la cifra de ocupados bate récord por sexto año consecutivo con 41,6 millones de parados. Además, se alcanzó un superávit financiero del 0,1%, después de que las administraciones públicas ingresaran 2.200 millones más de lo gastado.
Entre los analistas hay división de opiniones. Desde quien hace sonar todas las alarmas y propone que Merkel ponga en marcha un plan de reactivación económica, necesario para su partido en año electoral, hasta quien cree que el retroceso del final de 2012 se olvidará pronto porque hay expectativas de mejora en las exportaciones a medida que se suaviza la recesión en la periferia europea y mejora la economía global, de forma que Alemania podrá seguir tirando de la eurozona este año.