La prima de riesgo española, que había tocado los alarmantes 650 puntos, terminó la semana en 534, y el bono español a 10 años cotiza ahora el 6,7%. El presidente del BCE levantó el pie del freno cuando ya se generalizaba la apuesta por un rescate total de España, que tendría imprevisibles consecuencias para toda la eurozona. Pero fue impreciso, habló de medidas para salvar el euro «y, créanme, serán suficientes», pero faltaba saber si en su seguridad contaba ya con el visto bueno de Berlín.
Y parece que sí. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, acogió con satisfacción «las recientes declaraciones del presidente Draghi en relación a tomar todas las medidas necesarias para asegurar el euro dentro del mandato de BCE» y para justificar su posición destacó «los esfuerzos reformistas» del gobierno español y la «estabilización del presupuesto italiano».
Por si los mercados no confían suficientemente en que esta vez va en serio, la canciller Angela Merkel ratificó ayer su apertura al cambio de estrategia, con la fórmula habitual de comunicado conjunto con el presidente francés, François Hollande, «comprometidos con la zona euro», aseguran que Alemania y Francia «están decididas a hacer todo lo que haga falta para proteger a la eurozona», palabras calcadas a las del presidente del BCE.
Así que, una vez que hay vía libre desde Berlín para actuar, Mario Draghi y su homólogo del banco central alemán, Jens Weidmann, se reunirán en los próximos días para dar los pasos decisivos. Según informa este sábado el diario alemán Süddesutsche Zeitung, el BCE plantea comprar bonos españoles en propiedad de entidades financieras para impulsar la demanda y reducir los intereses de la deuda española.
El Bundesbank ha rechazado hasta ahora que el BCE compre deuda soberana de países en dificultades, pero podría aceptar una compra a través del mecanismo europeo de rescate, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que aliviaría la presión de los mercados sobre España e Italia.
Esa es la idea central del plan concertado de los países de la eurozona y el Banco Central Europeo, que anticipa el diario francés Le Monde, para intervenir en los mercados con compra de bonos a través del FEEF o de su sucesor, el MEDE, y asegura que «el BCE no actuará sin los gobiernos, solo actuará si éstos están dispuestos a activar los fondos de rescate». Así podría concederse una licencia bancaria al fondo de rescate europeo que aumentaría su potencial por encima de los 500.000 millones de euros disponibles ahora.