Las compañías Quantas y Singapore Airlines han decidido no volar con sus aviones A-380 hasta que se revisen todos los aparatos y se conozcan las causas que provocaron un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Singapur.
El fabricante Airbus ha confirmado que un A380 de Quantas sufrió un fallo del motor después del despegue y durante un vuelo de Singapur a Sidney, lo que le obligó a volver al aeropuerto. El aparato pudo tomar tierra sin problemas y no hubo heridos entre sus 440 pasajeros y 26 triuplantes.
El avión se había entregado a la compañía en septiembre de 2008 y tenía más de ocho mil horas de vuelo. Sus cuatro motores son de marca Rolls-Royce Trent 900. Es el primer incidente reseñable de un A380 desde que ese modelo realizó su primer vuelo comercial en 2005.
Airbus ha enviado un equipo de investigación a Singapur y, al igual que Rolls-Royce, ha recomendado revisar todos los aparatos a las compañías que los usan, además de Quantas y Singapore, Emirates, Air France y Lufthansa. Esta última ha suspendido los vuelos de A380 hasta hacer una revisión de sus aviones.
La prensa local especula con la gravedad del accidente y señala que el motor explotó. De hecho, se han encontrado en tierra partes desprendidas de la turbina.
El suceso ha provocado que las acciones del consorcio aeronáutico EADS hayan cerrado la jornada con caídas cercanas al 4% en las Bolsas de Paris, Frankfurt y Madrid. Los títulos de Rolls-Royce perdieron un 3,8% en la Bolsa de Londres.
Pero también este jueves Airbus ha tenido compensación a sus pérdidas y su mala imagen. Varias aerolíneas chinas han firmado la compra de 102 aviones del fabricante europeo por valor de 10.000 millones de euros, durante la visita del presidente chino Hu Jintao a París.
El A380 es el proyecto más ambicioso de la ingeniería civil europea, capaz de transportar a 550 pasajeros en su versión estándar. Hasta el momento se han entregado 38 de estos gigantes. En España se fabrican los timones de altura y dirección y la panza central.