Por la tarde, los 28 jefes de Estado y de Gobierno tienen una cita en el Consejo Europeo. Hablarán de la sucesión de Durao Barroso a la luz de los resultados electorales. Pero no será hasta un mes después, el 26 y 27 de junio, cuando presenten formalmente al Parlamento su candidato a presidir la Comisión o lo que es lo mismo el ejecutivo de la Unión Europea.
Durante ese tiempo, los partidos políticos estarán negociando la formación de los grupos parlamentarios. Para crear un grupo, es necesario contar con 25 diputados de, al menos, siete países diferentes. Junio será un mes de negociaciones y alianzas.
El 1 de julio, se celebrará el primer pleno y la votación del nuevo presidente del Parlamento Europeo, que debe ser elegido por mayoría absoluta. Dos semanas después, los 751 diputados tendrán que votar al presidente de la Comisión propuesto por el Consejo. También aquí la mayoría absoluta es necesaria. Si no se consigue, el Consejo tiene la potestad de elegir un segundo candidato.
Durante septiembre y octubre, el recién elegido presidente de la Comisión formará su equipo. Como hasta ahora, una persona por cada país miembro. En noviembre, el Consejo Europeo, formado por los jefes de estado y gobierno de los 28, nombrará a su presidente, que sucederá a Herman Van Rompuy. También al responsable de las relaciones exteriores de la UE, es decir, al sustituto o sustituta de Catherine Ashton.