Pronto, el panorama del campo español podría dar un vuelco de 180 grados si se aprueba una nueva ley de la Unión Europea. Y es que según revela la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), la UE pretende prohibir la coexistencia en una misma plantación de producción ecológica y producción convencional, al menos esto es lo que se recoge en una propuesta de Reglamento sobre producción ecológica y etiquetado que la Comisión Europea presentó ya el pasado mes de marzo.
Según han declarado fuentes de COAG, estas medidas podrían suponer un freno al desarrollo de la agricultura y ganadería ecológica en nuestro país. España es el mayor territorio de los 28 estados miembro en la producción de este tipo de agricultura con más de 1´6 millones de hectáreas, o lo que es lo mismo el 50% del total de las explotaciones y que suponen a su vez el 75% del total de las exportaciones del sector.
Esta propuesta también recoge la eliminación de la excepción para el uso de semillas ecológicas. Hasta el momento, cuando no existe una variedad de semilla ecológica puntual, se puede hacer uso de una convencional siempre y cuando no haya sido tratada con productos prohibidos por la normativa ecológica comunitaria. También, dedica un apartado especial a la eliminación de diversas excepciones en ganadería, caso de la avicultura ecológica, donde se pueden utilizar pollitos de ganadería convencional ante las dificultades para encontrar pollitos de origen ecológico.
COAG se muestra crítica con esta propuesta al considerar que no se defiende las variedades locales y tradicionales de semillas frente a las patentes impulsadas por empresas multinacionales. Y también que existe un peligro real de contaminación por transgénicos en bancos públicos de semillas ante la ausencia de protocolos de seguridad.
Con esta medida por parte de la UE, la implementación de la venta directa y los canales cortos para productos ecológicos, una de las líneas estratégicas para impulsar el consumo, así como el fomento de la compra pública y colectiva de alimentos ecológicos en colegios y hospitales y otros centros públicos, quedaría ralentizada. «Hablamos de alimentos de una singularidad especial, con difícil acogida en los canales dirigidos a supermercados y establecimientos con surtido normalizado, que en los próximos años experimentarán un aumento de la demanda. España crecerá de forma sostenida en este tipo de consumo un 12,5% anual hasta 2020», ha subrayado José Manuel Benítez, responsable del Área de Agricultura Ecológica de COAG.
La crítica de COAG va más allá, y defiende que la nueva propuesta de la UE no aborda la problemática actual referente a los mataderos, «es necesario el manteniendo de mataderos locales como herramientas para desarrollar un modelo de ganadería ecológica que responda a los intereses de productores, carniceros y consumidores autóctonos». Y proponen a su vez, la posibilidad de certificación en grupo, una demanda histórica de COAG con el objetivo de reducir costes.
«Puede suponer una alternativa y facilitar la entrada a pequeños productores», ha apuntado Benítez. En España defienden desde este sector que los principios deberían basarse en un modelo de agricultura ecológica de base social que fije la población en el medio rural, conserve los recursos naturales y que valore los recursos locales, entre otras peticiones.