Con ocasión del Día de África, que se ha celebrado este sábado 25, y de que este mes se rinde tributo a las raíces de Asia-Pacífico en el patrimonio estadounidense, hemos dialogado con Sylviane A. Diouf, prestigiosa historiadora que estudia la diáspora africana, sobre la presencia de africanos en India y el resto de Asia.
Diouf es también una de las comisarias de una exposición titulada «Africanos en India: De esclavos a generales y gobernantes», en el Centro Schomburg para la Investigación sobre la Cultura Negra, en Nueva York.
¿Es muy diferente la historia de los africanos asiáticos de la vivida por la diáspora africana en el resto del mundo, por ejemplo en América o Europa?
Sylviane A. Diouf: No todos los africanos llegaron a Asia como esclavos. Algunos eran comerciantes, artesanos y líderes religiosos.
India tenía abundantes esclavos locales para realizar tareas duras, así que los africanos y extranjeros en general se ocupaban mayoritariamente de trabajos especializados, como empleados domésticos en hogares adinerados, en las cortes reales y en las Fuerzas Armadas.
A los africanos se les consideraba guerreros excepcionales y, como tales, combatían en ejércitos en toda India, a la par de los locales, árabes, turcos y afganos. Podían ascender en sus filas y convertirse en «esclavos de elite», acumulando riqueza y poder e incluso transformándose en gobernantes por derecho propio.
La esclavitud de elite era a menudo un fenómeno fronterizo, con frecuencia en áreas que experimentaban inestabilidad debido a las luchas entre facciones y donde la autoridad hereditaria era débil.
Los gobernantes consideraban que los africanos eran confiables porque eran extranjeros sin conexiones con familia, clan o casta que los vincularan a las poblaciones autóctonas, así que los ascendían a funcionarios de las cortes, administradores y comandantes del ejército.
Estos esclavos de elite estaban con frecuencia en el centro de las disputas de las cortes, y a veces tomaban el poder para sí. Los esclavos que eran soldados, guardias y guardaespaldas eran habitualmente liberados después de unos años de servicio, a menudo se casaban con mujeres locales y se integraban a la sociedad más amplia.
¿Por qué cree que los africanos podían distinguirse tan fácilmente en países como India, a diferencia de los occidentales, digamos? ¿Hay en estos últimos una mayor tradición de asimilación, que hizo posible que los africanos pasaran de esclavos a generales y luego a gobernantes?
SAD: Debido a las leyes islámicas, los africanos esclavizados tendían a tener una movilidad social mucho mayor que la que tenían los africanos del oeste en América.
Una característica distintiva de la esclavitud en el mundo islámico era que, contrariamente a lo que ocurría en Occidente, el cautiverio y la «raza» no estaban vinculados. En cambio, factores como la religión, la condición étnica y la casta a menudo influían mucho más que el color de la piel.
El éxito de los africanos en India fue suyo, pero también es un fuerte testimonio de la apertura mental de una sociedad en la que constituían una pequeña minoría religiosa y étnica, originalmente de baja categoría.
Como extranjeros y musulmanes, los africanos gobernaron a las poblaciones originarias hindúes, judías y también musulmanas. Eso habría sido impensable en Occidente.
Actualmente, entre los 1.200 millones de indios hay de 50.000 a 70.000 descendientes de africanos. De ahí que no sorprenda que la mayoría de los habitantes de este país nunca hayan oído sobre ellos.
Muchas personas conocen al famoso Malik Ambar, un exesclavo etíope del siglo XVI que se convirtió en primer ministro y regente y fue amargo enemigo de los mogoles, pero algunos ignoran que fue africano.
Nuestra exposición viajará a India y esto ayudará a que más personas sean conscientes del lugar que ocupan los africanos en su historia.
¿Cuál es la situación actual de estos africanos en India? En la mayoría de los casos, ¿por qué cree usted que continúan viviendo en la pobreza?
SAD: Una mayoría de «sidis» (como se llama a los africanos en India) viven en la pobreza o son parte de la clase trabajadora: chóferes, empleados domésticos, guardias de seguridad, etcétera. Otros son agricultores y algunos pertenecen a la clase media. Según sus propias organizaciones, la falta de educación y de un liderazgo fuerte son impedimentos.
Algunos sidis son reconocidos como «tribus registradas» y se benefician de programas de acción afirmativa, pero a otros se les niega ese estatus o no se les da la oportunidad de usarlo.
¿A qué conclusiones llegó en su visita a India? La comunidad africana allí, ¿está al tanto de sus raíces y su identidad? ¿Le importan?
SAD: Es una comunidad diversa. Algunas personas están al tanto y les importa; otras no y tal vez no les importe. Las personas que conocí eran muy conscientes de su identidad como descendientes de africanos y como musulmanes. También eran muy conscientes de ser indias.
En los últimos años, académicos occidentales e indios han investigado a las comunidades para realizar libros, tomar fotografías, escribir artículos, montar exposiciones y hacer documentales, y eso ha hecho que algunos sidis aprendieran sobre su propia historia y la valoraran.
¿Considera que la imagen de África esté cambiando en el mundo de hoy? ¿Ha logrado ir más allá de los estereotipos de pobreza, hambre y privaciones?
SAD: Pienso que la imagen ya ha cambiado positivamente en algunos círculos: el mundo de las artes, entre las generaciones más jóvenes, por ejemplo, gracias a una extraordinaria tanda de escritores, pintores, músicos, diseñadores, arquitectos y otros artistas que están produciendo unas obras maravillosas.