Ese acuerdo expirará el 31 de diciembre de este año, pero las delegaciones en la COP 18, que comenzó este lunes, podrían aprobar un segundo periodo de compromisos que entre en vigor en enero de 2013. «No nos vamos a quedar mirando cómo algunos de los países industrializados se ponen de acuerdo para enterrar el Protocolo de Kyoto en Doha», dice el delegado ugandés Chebet Maikut.
El Protocolo, único instrumento internacional contra el calentamiento global, compromete al Norte industrializado a reducir sus emisiones de gases invernadero. El Grupo Africano de Negociadores y la Alianza de Pequeños Estados Insulares presionan para renovarlo.
El coordinador de la Greening Kenya Initiative, Peter Odhengo aclara que «Algunos de los países industrializados que han estado ganando tiempo quieren aprovechar el próximo vencimiento para poner fin al Protocolo de Kyoto, y nosotros estamos diciendo que no».
Canadá, Japón y Rusia no están dispuestos a firmar un segundo periodo de compromisos, en parte porque quieren que economías emergentes como China e India también se comprometan a mayores reducciones de emisiones, indica Odhengo.
La secretaria ejecutiva de la Convención, Christiana Figueres, nos dijo que se necesita urgentemente un nuevo periodo del Protocolo para salvaguardar las reducciones que se acordaron. «Es el único acuerdo vinculante existente bajo el cual los países industrializados se comprometen a recortar gases invernadero. Establece un compromiso político internacional según el cual las naciones industrializadas son responsables de liderar los recortes de emisiones», destaca.
No obstante, Figueres recuerda que los temas de Doha ya se han discutido a lo largo del año, y dice que no espera que surjan nuevos obstáculos. La expectativa general es que la COP 18 concluirá con la aprobación de un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto, así como una serie de acuerdos institucionales y apoyo a los países del Sur en desarrollo.
Mientras, según Odhengo, los países africanos están impacientes por salvar el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), por el cual se aplican proyectos de reducción de emisiones que dejarían de existir si no se extiende el Protocolo de Kyoto más allá de diciembre.
Sin embargo, Peter Storey, coordinador de la Iniciativa de Tecnología Climática de la Private Financing Advisory Network de Estados Unidos, opina que no tiene sentido que África presione por esto. Ese continente tiene menos del dos por ciento de todos los proyectos registrados bajo el MDL en todo el mundo. La mayoría de los que aún funcionan están en China, Brasil e India.
Pero Conor Barry, jefe de mecanismos de desarrollo de las partes de la Secretaría de Cambio Climático de la ONU, nos dijo que los proyectos bajo el MDL aumentan rápidamente en África. La diferencia es que, en ese continente y en los países menos adelantados, los proyectos son a pequeña escala, cuando en Brasil, China e India tienen mayor alcance.
Expli8ca que «Hemos aprendido mucho del MDL durante este primer periodo de compromisos, y creemos que la situación será mucho mejor para África si las partes en Doha acuerdan un segundo periodo». Destaca que la Secretaría expande sus proyectos de pequeña escala, incluyendo unos que promueven el uso de cocinas mejoradas y lámparas con energía solar en diversas áreas geográficas.
Barry indica que, en abril, la Secretaría introdujo un sistema de préstamos destinados a estimular el registro de proyectos en el MDL. John Christensen, director del Centro Risoe, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, cree que ese tipo de iniciativas podrían aumentar la participación de África en el MDL.