Pedro no necesitó tener un padre o una madre gitanos para que fuera querido, admirado e integrado entre nosotros como un gitano más. Pedro, nuestro Pedro Zerolo, ha sido la encarnación viva de la destrucción de las creencias perversas del Conde de Gobineau. La vida y el testimonio batallador de Pedro Zerolo dieron al traste con las viejas teorías de las diferencias raciales y étnicas de la especie humana, o de las de quienes aún sostienen la superioridad de la raza aria.
Nosotros, los hombres y mujeres de la Unión Romani, queremos rendir homenaje a Pedro Zerolo otorgándole el título de GITANO DE HONOR. Un galardón que concedemos en muy escasas ocasiones porque en ese título encerramos todo lo bueno, lo noble, lo arriesgado en defensa de las libertades, y el testimonio de la lucha por la justicia que pudiera adornar a un ser humano.
Desde el orgullo legítimo de nuestra condición de gitanos nos emocionamos en el recuerdo de Pedro Zerolo porque siempre le hemos considerado uno más entre nosotros. Nuestro cariño y nuestro respeto por Pedro suponen la mejor destrucción de las teorías de otro de los padres del racismo intelectual, Stewart Chamberlain, quien sostuvo que «la corrupción de la sangre es una de las causas principales de nuestros fracasos».
Sería muy fácil hacer aquí una relación de las acciones que Pedro Zerolo ha realizado en defensa de los gitanos españoles. Quien firma estas líneas en nombre de la Unión Romani es testigo de ello. Han sido muchas horas de trabajo en común empleadas en su despacho de la calle Ferraz, cuando estaba al frente de la Secretaría de Movimientos Sociales del PSOE. Sirvan de testimonio su decidida postura frente a la RAE. «Es un desatino inadmisible que la Academia de la Lengua defina a los gitanos como «trapaceros» porque el camino a la igualdad comienza por las palabras». Y durante la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano, el pasado 8 de abril, manifestó: «El pueblo gitano forma parte de nuestro país desde hace casi seiscientos años y por tanto es necesario defender su cultura como parte irrenunciable de nuestra propia cultura».
Sin duda alguna, como dicen los gitanos centroeuropeos, «Te avel lohki leski phuv! (literalmente: «que tenga fácil su tierra» es decir, «que descanse en paz») «Sasa baro Manuš» (Entre todos los grandes personajes»
Latchó drom, Pedro, phral. Ash devlesa. (Buen camino, Pedro, hermano. Ve con Dios)