España, Francia, Portugal y Polonia han estado unidos para conseguir mantener las ayudas en favor de armadores y pescadores. En frente han estado Alemania, Suecia y Reino Unido, partidarios de no intervenir en el sector y poner fin a cualquier subvención que no haya demostrado su efectividad en la reducción de la capacidad de la flota.
La UE da el visto bueno a las ayudas a la paralización temporal y definitiva de la flota y a las ayudas a la modernización, aunque con condiciones más estrictas que las actuales. En caso de paralización definitiva las subvenciones se podrán prolongar hasta 2017, pagables en los dos años siguientes.
También habrá ayudas para impulsar la acuicultura, para los jóvenes y para la diversificación de los ingresos de los pescadores con actividades complementarias. Se mantienen las ayudas al almacenamiento que España y otros tres países propugnaban para financiar los costes de la retirada del mercado de productos pesqueros ante una situación problemática, pero el porcentaje se irá reduciendo a partir de 2014 hasta su desaparición en 2019.
En cuanto a mantener la ayuda al desguace no ha sido posible llegar a un acuerdo. La primera voz en contra es la de la comisaria Maria Damanaki, que ha dicho que su propuesta «sigue sobre la mesa» y que confía en que el Parlamento Europeo colegislador en esta materia la tenga en cuenta. El acuerdo al que se ha llegado limita las ayudas al desguace hasta 2017 y serán incompatibles con otras ayudas al cese temporal de la actividad.
El nuevo fondo agrupará las distintas líneas de financiación existentes ahora. La propuesta que la CE hizo para el periodo 2014 a 2020 está dotada con 6.500 millones de euros. Los fondos que se asignarán a cada país estarán en función de la importancia de su sector pesquero.
Los acuerdos deberán ser negociados ahora con el Parlamento Europeo para que puedan ser aprobados definitivamente.