Acuerdo europeo sobre supervisión financiera

Después de meses de negociaciones, las instituciones comunitarias han alcanzado un acuerdo sobre el sistema de supervisión financiera que deberá servir para garantizar la estabilidad y detectar riesgos futuros.

Las competencias siguen en manos de los Estados, pero queda reforzado el poder de las tres entidades supervisoras previstas para bancos, seguros y bolsa, que pueden tomar decisiones vinculantes. Se crea además el Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, encargado de vigilar las amenazas al sistema.

El próximo uno de enero entrará en vigor en la UE el nuevo sistema de financiación financiera que deberá controlar los riesgos del sistema europeo y prever futuras crisis. Este jueves, el Parlamento europeo y el Consejo han alcanzado un principio de acuerdo que deberá ser ratificado por el pleno de la Eurocámara y los ministros de Finanzas.

«No vimos venir la crisis. No teníamos los medios de vigilancia suficientes para detectar los riesgos que se acumulaban. Y cuando la crisis golpeó, no disponíamos de los medios para actuar. Con la nueva arquitectura de supervisión que ahora creamos, estamos armados de cara al futuro», ha destacado el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier.

La propuesta de la Comisión sale básicamente adelante, aunque ha habido que flexibilizar puntos importantes, que refuerzan el poder de las instituciones que se crean,por exigencia de los parlamentarios, como el carácter vinculante que tendrán finalmente las decisiones que tomen los nuevos supervisores europeos.

El punto es decisivo porque la supervisión continuará siendo una competencia de los Estados y los gobiernos son los que deciden sobre sus entidades financieras nacionales. Sin embargo, el supervisor europeo controlará la actuación de los 27, mediará en caso de desacuerdos entre países o incumplimiento de la legislación comunitaria y podrá imponer medidas correctoras a las entidades en crisis. También tendrá competencias para investigar actividades o productos financieros que se consideren tóxicos y puedan representar un riesgo para la estabilidad financiera.

Habrá tres entidades supervisoras, para banca, seguros y mercados bursátiles, pero quedan al margen las agencias de calificación de riesgo, a pesar de las críticas recibidas por su actuación durante la fase más aguda de la crisis, a comienzos de año, cuando sus evaluaciones influyeron en el encarecimiento de la deuda pública de Grecia, Portugal y España.

Para el caso de que el supervisor europeo decidiera intervenir una institución financiera, se crean dos fondos, uno de garantía de depósitos y otro de estabilidad, con el fin de que la intervención no salga del bolsillo de los contribuyentes.

También se crea un Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, que deberá anticiparse a las crisis y ver las amenazas sobre el sistema financiero europeo. En situaciones de emergencia, serán los gobiernos de los 27 los que tomen decisiones, en contra de lo que pedía el Parlamento. euroXpress