El acuerdo tiene que ser refrendado todavía por los ministros de Industria de la UE y por el pleno de la Eurocámara, pero se da por hecho que saldrá adelante y que en julio las nuevas tarifas estarán en vigor. Los consumidores pagarán entonces, como máximo, 29 céntimos por minuto al hacer una llamada, 8 céntimos por minuto al recibirla, 9 céntimos por enviar un mensaje de texto y 70 céntimos por megabyte.
La comisaria Kroes, impulsora de la rebaja, asegura que «el nuevo acuerdo da una solución estructural a largo plazo, con precios más bajos, más oportunidades y un enfoque inteligente para la transmisión de datos. Los beneficios se harán notar el próximo verano y en el siguiente la gente podrá elegir la mejor oferta».
En julio de 2014 se abrirá el mercado a la competencia con operadores locales. Los consumidores podrán elegir la compañía que más les interese para usar sus teléfonos móviles o sus tabletas cuando estén en el extranjero. Los operadores locales tendrán incentivos si ofrecen tarifas de roaming a precio de tarifas locales.
Para entonces se han fijado ya otros precios máximos: 19 céntimos por minuto al hacer una llamada, 5 céntimos por minuto al recibirla, 6 céntimos por enviar un mensaje de texto y 20 céntimos por megabyte.
La patronal europea de operadores alternativos de telecomunicaciones (ECTA) ha celebrado el acuerdo. Sin embargo, en España, la organización de consumidores Facua considera que la UE ha hecho una «inaceptable concesión» a las operadoras, porque la tarifa para quienes usen internet en el extranjero es «totalmente desproporcionada» y las bajadas en los precios de las llamadas, «demasiado tímidas».