Diez horas de negociaciones no han sido suficientes para convencer a Londres de la importancia de sumarse al pacto para reforzar la moneda única. David Cameron, como ya había anunciado previamente, exigía salvaguardas para el mercado financiero británico, el mayor del mundo; pero sus colegas europeos no han aceptado.
El presidente francés, Nicolás Sarkozy, consideró «inaceptable» la petición de Reino Unido y recordó que los problemas que vive la eurozona vienen de la desregulación de los servicios financieros. La canciller alemana, Angela Merkel, tenía más argumentos: ceder ante Londres supondría abrir el tratado a sucesivas excepciones. «Lo que se ofrecía no corresponde a los intereses británicos y por eso no lo he aceptado», ha explicado Cameron en rueda de prensa.
Junto a Reino Unido, se autoexcluye del acuerdo también Hungría. Suecia y la República Checa, de momento, también hasta consultar a sus parlamentos. El nuevo pacto fiscal, por tanto, será vinculante para los 17 países de la eurozona y otros seis de la UE.
El nuevo tratado intergubernamental recoge las exigencias de Francia y Alemania. Los firmantes tendrán que regular por ley un límite del déficit del 0,5% del PIB. Los que superen el 3% serán sancionados automáticamente y la Comisión Europea tendrá poder para exigir modificaciones en los presupuestos nacionales a los países que no se ajusten a las decisiones comunitarias. El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha dicho que es un buen resultado y que lo conseguido «está bastante cerca de un buen pacto fiscal».
Además, los 23 que apoyan las reformas se comprometen a aportar 200.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional y contar así con un nuevo instrumento financiero que pueda frenar la crisis de deuda a países como España o Italia.
Se adelanta además a 2012 la entrada en funcionamiento del fondo de rescate permanente y se comprometen a revisar y aumentar su dotación por encima de los 500.000 millones de euros. Alemania ha vetado la posibilidad de que el fondo tenga licencia bancaria para acceder a la financiación del Banco Central Europeo, tal como pedía el presidente del Consejo, Herman van Rompuy.
La conclusión de Merkel es que el acuerdo es muy importante porque demuestra que «hemos aprendido de los errores del pasado». El nuevo tratado deberá estar listo en el próximo mes de marzo.