La primera premisa de la nueva PAC es desarrollar una agricultura más respetuosa con el medio ambiente. Más de 100.000 millones de euros se dedicarán a hacer frente al desafío de mejorar la calidad del suelo, del agua, de la biodiversidad y a luchar contra el cambio climático.
El 30 por ciento de los pagos directos, unos 278.000 millones de euros, tendrán como condición que los agricultores «diversifiquen los cultivos, mantengan pastizales permanentes y que a partir de 2018 se preserven las zonas de interés ecológico o que pongan en práctica medidas equivalentes.
Así mismo el 30 por ciento de los fondos de desarrollo rural, unos 85.000 millones se destinarán a medidas que favorezcan la agricultura biológica.
Para algunos estas medidas no son suficientes, el eurodiputado francés de los Verdes, José Bové, ha dicho que votará en contra del texto cuando se presente al pleno ya que no responde al desafío del calentamiento global».
Una de las condiciones importantes para el Parlamento europeo era la distribución equitativa de los fondos. Ningún Estado miembro recibirá menos del 75 por ciento de la media comunitaria y dentro de cada Estado la ayuda por hectárea no podrá ser inferior al 60 por ciento de la media de las ayudas que reciban en 2019 en una misma región administrativa o agrónoma.
Otra de las medidas clave de la nueva PAC son las ayudas a los jóvenes agricultores que recibirán un 25 por ciento más durante los cinco primeros años desde que pongan en marcha su explotación.
Los miembros de la comisión de agricultura del Parlamento, encargados de la negociación con el Consejo y con la Comisión Europea, han mostrado su satisfacción con el acuerdo final.
Ha sido la primera vez que el PE actuaba como colegislador en procedimiento de codecisión en esta materia «hemos demostrado que el Parlamento europeo podía mejorar la reforma y hacerla más democrática», ha dicho el presidente de la comisión de agricultura, Paolo de Castro del grupo de Socialistas y Demócratas.
Para el europarlamento era importante conseguir que se aumentara hasta el 85 por ciento las ayudas para los agricultores de las regiones menos desarrolladas, las regiones ultraperiféricas y las pequeñas islas del mar Egeo. Así como que los pagos directos o los pagos únicos a las grandes explotaciones que sobrepasen los 150.000 euros, se reduzcan al menos en un 5 por ciento.
Este acuerdo será votado el próximo 30 de septiembre en la comisión de agricultura del Parlamento. El voto tendrá que ser ratificado en sesión plenaria a finales de octubre o primeros de noviembre.